Cristina vuela a Caracas antes de un cacelorazo masivo
BUENOS AIRES. Actualizado: GuardarCon multitudinarias manifestaciones callejeras, la principal en torno al Obelisco de Buenos Aires, los argentinos más refractarios al Gobierno de Cristina Fernández, en su mayoría de clase media y acomodada, volvieron a protestar en las calles la noche del jueves. Con golpes de cacerolas y consignas en demanda de justicia, libertad o seguridad, exteriorizaron su malestar individual. La presidenta argentina poco antes de comenzar la protesta partió hacia Perú y Venezuela
Por sorpresa, la mandataria voló en el avión de su colega uruguayo, José Mujica. Sellaron así las paces en una controversia que surgió después de que Mujica dijera de Cristina y de su esposo, el fallecido Néstor Kirchner: «Esta vieja es peor que el tuerto. El tuerto era más político, ella es terca».
A diferencia de las anteriores protestas, de septiembre y noviembre, esta vez la convocatoria asistieron los representantes de todos los partidos. El único que faltó fue Mauricio Macri, alcalde de Buenos Aires, que alentó a sus seguidores pero se ausentó, quizás para evitar el repudio de los damnificados por las recientes inundaciones.
La convocatoria, con el eslogan de 'Basta', apeló al hastío general. Un cartel pedía «2015 sin Cristina». No faltaron insultos contra la mandataria, burlas y denuncias por la corrupción y, en menor medida, la inseguridad. «Quiero libertad. De viajar, de poder elegir, de comprar dólares, de expresarme», decía una mujer acerca de los motivos de su presencia en la marcha.
Los manifestantes exigían a los dirigentes que se unan contra Cristina, elegida en 2011 con el 54% de los votos. Pero los políticos enfrentados a la presidenta creen difícil una alianza 'a la venezolana'. La incapacidad de la oposición para capitalizar de manera colectiva el descontento es lo que tranquiliza al Gobierno.