Disfrutar en el trabajo
Actualizado: GuardarSiempre me ha gustado ser servidor público. Atender con imparcialidad a la ciudadanía, siendo consciente de que, por lo general, no conocen ni sus derechos ni sus obligaciones, procurando ponerme 'del otro lado de la mesa' y atender como me gustaría ser atendido. Y durante mucho tiempo lo he dado todo por que eso fuera así. Incluso excediéndome, lo admito, a veces de mis concretas funciones, pero siempre con vocación de servir. Soy consciente de que, como cualquiera, habré cometido errores. Pero poco a poco te das cuenta de que todo eso no sirve para nada. Ni formarse, ni la experiencia, nada. Que los méritos son otros. Y eso te desmoraliza, te 'quema' y acaba afectando a tu día a día en el trabajo. ¿De qué sirve esforzarse? Te sientes marginado, ninguneado, maltratado. Ya digo: antes, y no ahora, disfrutaba trabajando.