Los populares se oponen al aforamiento del Príncipe
MADRID. Actualizado: GuardarEl PP quiere que cualquier modificación del estatus de la Casa Real, incluida la ley de transparencia, se haga con el acuerdo de los dos partidos mayoritarios. No obstante, la secretaria general de los populares adelantó que su formación considera que solo el Rey debe mantener su condición de irresponsable ante la justicia, como recoge la constitución. Dolores de Cospedal sostuvo además que ningún miembro de la Casa Real debe tener la condición de aforado.
Cospedal discrepó así de las tesis del fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, quien defendió la necesidad de equiparar al Príncipe de Asturias con un parlamentario y concederle la condición de aforado, es decir, que si debe enfrentarse a una causa penal lo haga ante el Tribunal Supremo y no en los juzgados ordinarios. Una idea que fue bien acogida en el Gobierno, al punto de que la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, anunció que se estudiaría dentro de la reforma de la ley de enjuiciamiento criminal.
Cospedal sostuvo que la Constitución dice quién es aforado, «y el aforado es el Jefe del Estado y así debe seguir siendo». De hecho, el Rey goza de inmunidad, según el artículo 56.3 de la Constitución, que dice que «la persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad». Además, y según el artículo 64.1, los actos del Monarca serán «refrendados por el Presidente del Gobierno y, en su caso, por los Ministros competentes». Y en el punto dos del mismo artículo, se deja claro que «de los actos del Rey serán responsables las personas que los refrenden».
La números dos de los populares insistió en que «la figura del Jefe del Estado, en cuanto a su inmunidad, tiene que mantenerse como hasta ahora. Así de claro. El Jefe del Estado».
El fiscal general del Estado, a su vez, reculó en sus posiciones sobre el aforamiento del heredero de la Corona, una decisión, dijo, que corresponde «estrictamente» al Gobierno. Torres-Dulce argumentó que es el Ejecutivo, dentro de su «autonomía», el que tiene que adoptar una postura sobre el Príncipe.