Recortes en los comedores escolares
La Junta vuelve a ser objeto de las denuncias de padres que aseguran que escasean los alimentos en los menús infantiles que pagan para sus hijos
Actualizado: GuardarLos que viven hace tiempo en Gran Bretaña dicen que Margaret Thatcher, fallecida el pasado lunes, saltó inicialmente a la popularidad política por ser la responsable de la decisión de quitar la leche del menú infantil que recibían los escolares británicos en los centros escolares. Su iniciativa causó tal revuelo que miles de conciudadanos la apodaron 'la robaleche' hasta el fin de sus días, incluso cuando ya estaba consagrada como 'dama de hierro'. Esa anécdota da una idea de la fuerza que puede llegar a tener cualquier alteración que afecte a la alimentación que reciben, en centros públicos, los niños que aún no tienen voz, ni voto ni capacidad de decisión.
La Junta de Andalucía, que asegura no acometer recortes y basa su actividad política en denunciar los de otras administraciones, se enfrenta por segunda vez en Cádiz, en este mismo curso, a la denuncia de padres que dicen que sus hijos sufren escasez de alimentos en los menús escolares que pagan las familias.
La primera voz de alarma llegó con la huelga de Brassica, que destapó que muchos padres consideraban deficiente, en cantidad o calidad, la alimentación que recibían sus hijos a través de una empresa que había contratado la administración autonómica y que dejó sin servicio a cientos de menores con una huelga.
Ahora, sin conflicto laboral de por medio, reaparecen las quejas. Padres del colegio público con más prestigio de la capital gaditana dicen que hay escasez de alimentos, que se sirven menos bandejas que menores comensales hay. Es una denuncia muy grave, que debe ser aclarada cuanto antes y, sobre todo, debe ser asumida por una administración que se lleva la vida pendiente de la paja en el ojo ajeno.