Navantia entra en la final de Catar
La compañía puja con Alemania, Francia y Holanda para la construcción de once barcos
CÁDIZ. Actualizado: GuardarNavantia se la juega en Catar. La empresa española ya ha superado la preselección para estar entre los finalistas del concurso público convocado por el Gobierno catarí para la construcción de once barcos. Se trata de cuatro corbetas, seis patrulleros y un buque de apoyo logístico. El contrato en cuestión significa una inversión de 3.000 millones de euros, casi el doble del acuerdo que se firmó con Venezuela en 2005 para la construcción de ocho buques, y supondría la salvación de esta empresa pública y, por tanto, de los astilleros gaditanos. Las negociaciones con el Gobierno de Catar para este asunto vienen de largo. De hecho, Navantia, ante las expectativas de negocio que se vislumbran en la zona del Golfo Pérsico, decidió el pasado año abrir una delegación en Catar.
Distintas fuentes consultadas por este periódico han coincidido en señalar que las negociaciones para que España se adjudique el contrato son duras, ya que puja también con Francia, Alemania y Holanda. Sin embargo, la reciente mediación del Rey Juan Carlos con el emir de Catar, Hamid bin Jalifa Al Zani, ha dado un fuerte impulso a la oferta de Navantia, aunque la decisión final aún no está tomada. Todo apunta a que el país opte por abrir la mano y repartir el proyecto de renovación de su flota entre los finalistas, aunque Navantia aspira en este caso a llevarse la mayor tajada. Tanto Navantia como la SEPI han depositado en este contrato sus esperanzas de futuro inmediato. Es decir, la decisión de Catar se espera en breve y, en el caso, de que España resulte favorecida significaría un balón de oxígeno para los astilleros públicos, lo que permitiría mantener la actividad sin problemas hasta la firma de nuevos acuerdos. El contrato de Catar serviría de puente para Navantia hasta que cristalicen nuevas ofertas a medio plazo.
El Rey ha hablado varias veces en las últimas semanas con el emir de Catar a propósito de la oferta presentada por la naviera española en marzo de 2012 para construir once embarcaciones a la marina de ese país. En relación con las informaciones sobre las conversaciones entre el Monarca español y el emir reveladas por el embajador de ese país en España, Hamad Bin Hamd Al-Attiya, Zarzuela ha confirmado que esos contactos han existido para respaldar la propuesta de Navantia.
El embajador catarí en España dio a conocer el pasado martes en un acto la existencia de contactos entre el Rey y el emir sobre este asunto. Además, en el mismo acto, señaló que su país estaría encantado de recibir a la infanta Cristina y a su esposo, Iñaki Urdangarin, en el caso de que finalmente el duque de Palma se incorpore al equipo técnico de la selección de balonmano de ese país.
Las relaciones entre España y Catar son intensas y fluidas. El emir y su esposa visitaron Madrid en abril de 2011. El encuentro con el Monarca español y el entonces presidente, Rodríguez Zapatero, sirvió para fortalecer las relaciones comerciales entre ambos países. La visita del emir de Catar reafirmó, por tanto, el compromiso de ambos países en intensificar la relación económica y comercial y las inversiones en sectores como la energía y las infraestructuras. Entre los acuerdos firmados se encontraba la creación de un foro empresarial hispano-catarí entre el Consejo Superior de Cámaras de España y la Cámara de Comercio de Catar.
Por su parte y en relación con las negociaciones que se llevan a cabo para que España se lleve el contrato naval, la Zarzuela ha indicado que el pasado 1 de marzo, dos días antes de ser operado de una doble hernia discal, don Juan Carlos envió una carta al emir catarí explicándole que Navantia había presentado una oferta para un concurso convocado por la Marina de su emirato. En la misiva, el jefe del Estado le informaba de que para España este concurso era muy importante y le pedía que tuviera en cuenta el interés del país en el proyecto. En relación con el mismo concurso, el Rey y el emir han mantenido otras conversaciones en los últimos días, siempre en apoyo al contenido de la carta remitida por don Juan Carlos el 1 de marzo, de acuerdo con el portavoz de la Casa Real.
Tanto la dirección de Navantia como de la Sepi saben de la importancia de este acuerdo y son, perfectamente conocedores de que necesitaba de un empuje institucional. Este apoyo no se pudo dar antes debido a la operación del Rey. Ahora se ha dado el espaldarazo. El contrato es clave para garantizar la supervivencia de la empresa y de sus 5.500 trabajadores, hoy en peligro. La decisión final del gobierno catarí es cuestión de pocos meses y se abre ahora una fase en la que es fundamental un último «empuje institucional» para la opción española.
Frenado el cierre de los contratos pendientes con Venezuela por motivos obvios (la parálisis abierta por la enfermedad de Chávez), Navantia concentra sus esfuerzos en Catar. La oferta española ha entrado ya en la llamada 'lista corta', fase en la que sólo quedan tres finalistas más: Francia, Alemania y Holanda.