Apuntes

Los efectos nocivos de una huelga

La simple amenaza de una jornada de paro en el sector del metal ha dado al traste con un sustancioso contrato para reparar un crucero en Cádiz

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La huelga es un derecho de los trabajadores pero, a veces, sus efectos son letales para los propios trabajadores. La amenaza de cinco días de paro en el sector del metal para la próxima semana ha sido el detonante para que la compañía Iberocruceros haya cambiado sus planes a última hora. No ha querido arriesgar y se ha llevado la reparación del 'Grand Holiday' a los astilleros italianos. La naviera había reservado el dique de Navantia en Cádiz y todo estaba preparado para que el buque atracara hoy en el muelle gaditano, sin embargo, la amenaza de huelga en el sector del metal ha dado al traste con este suculento contrato, que deja en el aire 300 empleos directos. Los portavoces sindicales pueden tener razón en sus reivindicaciones, pero la presión, también de la propia patronal ante la imposibilidad de alcanzar un acuerdo en la firma del convenio colectivo, ha traído muy malas consecuencias para la Bahía. De hecho, la decisión de Iberocruceros se puede repetir en otras compañías, es decir, puede haber un efecto dominó, ya que las navieras turísticas tienen muy ajustados los días para la reparación y mantenimiento de su flota. Esta operación se suele hacer en primavera y en otoño, la temporada baja en los cruceros, pero la temporada alta en los astilleros de reparaciones. Iberocruceros, de todas formas, mantiene su apuesta con la Bahía y ha reservado el dique gaditano para el próximo otoño para la reparación del 'Grand Mistral'. Este espectáculo ofrece una imagen de conflictividad de la Bahía en el exterior que interfiere en las negociaciones que se llevan a cabo desde distintos frentes para lograr carga de trabajo. De hecho, la Sepi y Navantia adelantaron ayer a la dirección del PP que hay expectativas de futuro.