Nicolás Maduro conversa con la prensa después de un mitin electoral en el Estado de Barinas. :: JUAN BARRETO / AFP
MUNDO

Venezuela empieza la cuenta atrás

La violencia y el recuerdo de Chávez marcan una campaña en la que Maduro y Capriles se disputan diez millones de votos

LA HABANA. Actualizado: Guardar
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La campaña electoral venezolana arranca hoy con un cambio de planes de la oposición. El acto inaugural de su abanderado Henrique Capriles ya no se celebrará en el Estado de Barinas, la patria chica de Hugo Chávez y donde el candidato del oficialismo celebra el mitin inaugural, sino que lo hará en Monagas, en el noreste del país. La decisión de última hora pretende evitar que los seguidores de Nicolás Maduro acusen al aspirante conservador de buscar la «provocación» al elegir la ciudad de origen del mandatario fallecido.

Pese al cambio de escenario, los antichavistas llegan al inicio de campaña con los motores bien calientes después de la gran concentración celebrada el domingo en todo el país. El epicentro fue Caracas, pero se realizó en 19 de los 23 Estados venezolanos para protestar por la inseguridad que dicen se ha disparado durante los catorce años de Gobiernos bolivarianos. La consigna fue clara: «Caminaremos juntos, sin miedo, con paso firme para alcanzar el país con el que soñamos y nos merecemos». Los convocantes buscaban demostrar «que en esta lucha todos estamos dando nuestro corazón para sacar a los corruptos del poder y para recuperar un país donde podamos caminar de noche».

Venezuela es una de las naciones de la región con mayores índices de violencia: sólo en 2012 se registraron oficialmente 16.072 homicidios. La inseguridad ha sido precisamente uno de los temas más aireados por la oposición en la agitada precampaña. Los dos candidatos tendrán nueve días para entusiasmar a los indecisos y motivar su viaje hasta las urnas el próximo 14 de abril. Maduro lo hará invocando a Chávez y a la promesa de los chavistas de respetar los deseos del comandante. Mientras el candidato del oficialismo necesita el apoyo de más de 10 millones de votos para poder llevar las riendas del Ejecutivo venezolano con cierta tranquilidad, el gobernador de Miranda aspira a superar el techo electoral que alcanzó frente a Chávez el pasado 7 de octubre y demostrar que sigue siendo el mejor líder de la fragmentada oposición.

Capriles se presenta como la «solución» al problema de la inseguridad que no entiende de colores políticos y Maduro promete seguir los pasos de su predecesor haciendo del combate a la criminalidad «el gran tema del país en los próximos años». Algunos analistas creen que este último ha sido demasiado rotundo al denunciar el tema de la violencia, pues reconocía implícitamente el fracaso de las políticas aplicadas por el Gabinete al que perteneció en vida de Chávez

De todas formas, el presidente encargado aprovechó ayer para acudir a la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES) -forma policías científicos- en Catia, barrio Sucre de Caracas para apoyar el equipo Nacional del Movimiento por la Paz y la Vida. El exvicepresidente y exministro de Exteriores animó a los jóvenes a ser «una columna del proceso de transformación socialista de la vida y de la sociedad venezolana». Respecto al cambio de plaza para abrir la recta final de la contienda, Capriles señaló que «nuestra Venezuela es lo suficientemente grande, las calles son muy amplias, para que todos podamos hacerlo con espíritu de paz, con espíritu de propuesta».

«Trato desigual»

Otro de los asuntos que también ha denunciado la oposición es la «desigualdad» en el trato de los medios de comunicación a los candidatos, que el equipo de Capriles califica de «abuso de poder». Lamentan que los canales afines al Gobierno cubran con generosidad, y la mayor parte del tiempo en directo, todos los actos en los que aparece el «hijo de Chávez», designado por el líder bolivariano para sucederle.

La cobertura de los otros aspirantes no es tan extensa, siendo Capriles quien lleva más minutos, aunque muchos menos que Maduro. Eso sin contar con los anuncios en los que constantemente se menciona a Chávez, que aparece junto al «autobusero». Según el ministro de Comunicación e Información (Minci), Ernesto Villegas, los «medios SIBCI (oficiales) tienen instrucción de cubrir actos y ruedas de prensa de la MUD (la opositora Mesa de la Unidad) aunque ésta suele excluirlos de convocatorias e impedirles el paso».

Capriles rechazó la invitación para ser entrevistado por el canal oficial VTV, según comentó Villegas en su cuenta en Twitter, extremo que fue confirmado por Carlos Ocariz, director nacional de la campaña de Capriles. «Ojalá recapacite (Capriles) y no desprecie a los usuari@s de TV. Garantizamos que será tratado con el respeto y consideración que él no ha tenido» con los trabajadores de medios públicos, señaló el ministro.