PAN Y CIRCO

ESTO ES TODO AMIGOS

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado. La injusta derrota del Cádiz frente al Albacete deja una lectura clara en el conjunto cadista, el sueño (si es que lo había) de meterse arriba es ya una utopía que puede convertirse en milagro de aquí a un par de jornadas. La gran demora ya conocida y debatida de este equipo en la primera vuelta, hace que partidos como el de ayer sean un punto y casi final a una temporada desastrosa del Cádiz. Y todo esto ocurre en uno de esos partidos en los que el cuadro amarillo ha desplegado el mejor fútbol de toda la temporada y cuando mayor número de ocasiones de gol ha tenido para doblegar al rival. Por ello, la vuelta a la tierra y a la realidad es más dura aún, viendo como los pupilos de Agné pudieron llevarse el el gato al agua frente a un triste e inoperante Albacete.

No obstante, no nos engañemos, el partido de ayer es un fiel reflejo de la temporada que estamos viviendo. Las caras de los jugadores cadistas al final del encuentro son una muestra de la impotencia de unos futbolistas, la que ya nos suena bastante este año. Ayer fue la mala suerte o la injusticia del fútbol, que dice que quien perdona lo paga, pero en otras ocasiones, el mal juego o la falta de calidad se han cebado con un equipo muy débil en el apartado anímico. Cada vez que se pierde pasa algo distinto, algo que se ceba de una manera brutal con un equipo que sigue remando a contracorriente en este año tan complicado para todos.

Y a falta de siete jornadas para el final, parece que este duro cuento aboca a su fin. Aunque todavía haya opciones matemáticas tanto para estar arriba, como para estar abajo, el Cádiz debe terminar lo más dignamente posible la competición. Si me apuran, luchar por alcanzar la 6ª posición que da derecho a jugar la Copa del Rey y planificar la próxima temporada, deben ser ahora las prioridades del club.