El club de los tesoreros

¿Qué tendrá la tesorería del PP que casi todos sus responsables tienen problemas con la Justicia? Ángel Sanchis, jefe de las finanzas del partido entre 1982 y 1987, estuvo imputado en el 'caso Naseiro' por presunta financiación ilegal del PP, que fue archivado por irregularidades de forma, y ahora lo está en el 'caso Gürtel'; Naseiro, tesorero entre 1987 y 1990, lo estuvo en el que lleva su nombre y, según las investigaciones policiales, habría cooperado con Luis Bárcenas para el blanqueo de dinero mediante supuestas ventas de cuadros; Álvaro Lapuerta, 1990 y 2008, lo está en el caso de los papeles de Bárcenas por el supuesto ingreso de donaciones ilegales y pago de sobresueldos; y Bárcenas, 2008 y 2010, está acusado en 'Gürtel' y en la contabilidad B del partido.

Se salvan de la quema José Manuel Romay Beccaría, responsable de las cuentas entre 2010 y 1012, y Carmen Navarro, tesorera del PP desde mayo pasado.

El común denominador entre los cuatro imputados es Bárcenas, que trabajó a la sombra de sus tres antecesores y con todos tejió una buena amistad. Socio de Sanchis en su gran empresa agroalimentaria en Argentina, aunque este lo niega, logró la cooperación de su antecesor y amigo para vaciar en parte las cuentas en Suiza. Con Naseiro efectuó operaciones de compraventa de cuadros que la Policía sospecha que eran lavado de dinero. Con Lapuerta mantuvo una dilatada relación durante 18 años, una etapa en la que se urdió la supuesta contabilidad en negro del PP. Sanchis, Naseiro y Lapuerta ya tenían una muy desahogada posición económica cuando se hicieron cargo de las finanzas. No así Bárcenas, que entró en 1982 como mero administrativo, y poco a poco hizo una brillante carrera interna hasta llegar a gerente en 1993 y a tesorero en 2008.

Sanchis considera que es «una desgracia» tanta imputación de los tesoreros del PP porque se trata de un cargo que, en su caso, supuso perder dinero. «La política lo único que trae son disgustos», comentó tras conocer su última imputación. Bárcenas, entretanto, no se explica lo que ocurre y dice no saber por qué está en el ojo del huracán.