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Miércoles Santo en negro
Las cuatro hermandades del día se ven obligadas a suspender su salida entre el pesar y las lágrimas de sus hermanosLos templos de Luz y Aguas, Cigarreras, Sentencia y Caminito se llenaron de cientos de gaditanos con ganas de ver los pasos
CÁDIZ. Actualizado: GuardarFrustrante, complicada y difícil. Así fue la decisión que tuvieron que tomar las cuatro juntas de gobierno de las hermandades del Miércoles Santo ante unos partes amenazantes de lluvia pero unos cielos que no terminaban de descargar agua. Sin embargo, en Luz y Aguas, Sentencia, Cigarreras y Caminito imperó la cordura y se optó por dejar a los titulares en sus respectivas sedes canónicas. Se vivía así un Miércoles Santo huérfano, aunque con calles copadas de gaditanos con ganas de procesiones. Por ello, los templos que eran puntos de partida de las procesiones, se convirtieron en constante ir y venir de cofrades, devotos y gaditanos en general que buscaron el consuelo en ver los pasos en sus iglesias. Sedes canónicas que minutos antes de esta apertura generalizada de puertas, fueron escenarios de escenas de lágrimas y desilusión de hermanos que tendrán que esperar a la Semana Santa de 2014 para ver a sus titulares en la calle. Para todos ellos solo queda el consuelo de pensar que quedan 384 días para el Miércoles Santo de 2014.
Luz y Aguas
Los primeros temores del día se materializaron en el interior de la parroquia de Santa Cruz. A las 16.30 horas, José Manuel Silva González, hermano mayor de la cofradía del Cristo de las Aguas y Nuestra Señora de la Luz anunciaba a los 220 penitentes y a las dos cuadrillas de cargadores una de las decisiones más difíciles de este año. «Debido a los malos presagios del tiempo decidimos suspender la estación de penitencia». La noticia no cogió por sorpresa a los hermanos quienes desde una hora antes se temían lo peor ante el tiempo inestable y un cielo encapotado. «A todos nos cuesta dar este paso», añadió Silva González desde el altar mayor, «pero debemos esforzarnos para trabajar con más ahínco de cara al año que viene». Las palabras del hermano mayor intentaban atenuar el malestar y la desolación de los presentes que no podían retener las lágrimas. «Es un momento difícil pero hay que vivir la hermandad y si hay algo que destacar de toda esta situación es que la decisión se ha tomado de forma unánime, conscientes de que hay que conservar el patrimonio que nuestros mayores nos han legado», más aún cuando la hermandad iba a estrenar la restauración de la bambalina interior derecha del paso de palio.
El parte meteorológico que manejaba la junta de gobierno auguraba lluvia a partir de las doce de la noche pero desde la Base Naval de Rota alertaron que debido al viento podría adelantarse a las diez de la noche, justo cuando el paso de misterio estuviera por la calle de San Francisco. Una imprecisión demasiado arriesgada para las imágenes.
El discurso consolador de José Manuel Silva calaba entre los hermanos que iban entrando poco a poco en el interior de la parroquia de Santa Cruz para participar en una oración conjunta. Poco después, la Asociación Filarmónica Ciudad de Conil, a los pies de los tres pasos que forman parte de esta cofradía, interpretaba la marcha 'Luz y Agua', marcha que iban a tocar a la salida de Nuestra Señora de la Luz. Las primeras notas provocaron de nuevo las lágrimas entre los presentes quienes buscaban consuelo entre otros compañeros. Otros dirigían su mirada hacia los titulares y los imaginaban descendiendo por la plaza Fray Félix hacia el Campo del Sur. Una vez terminada la oración conjunta, la parroquia de Santa Cruz abrió sus puertas para que los fieles pudiesen entrar a rezar.
Sentencia
Para un hombre de mar como Benito Moya estaba claro desde el Martes Santo, los cielos no traían nada bueno para la jornada de ayer. El elevado riesgo de precipitaciones frustró también la salida de Sentencia que en torno a media hora antes de su salida comunicaba a todos los hermanos congregados en la Merced la decisión de la junta de gobierno. «Lo tenía claro desde ayer (refiriéndose al martes)», reconocía Moya a este medio, después de comunicar la decisión. En cualquier caso, la esperanza estaba ahí, a la espera de que los pronósticos cambiaran. Algo que no sucedió y que llevó a la junta de gobierno a tomar la complicada decisión. Una postura que ayer era respaldada por multitud de hermanos que se acercaron hasta el hermano mayor para mostrarle su apoyo con repetidas frases de «decisión acertada».
Aún con lágrimas en los ojos, los hermanos comenzaron el rezo del Vía Crucis en el interior de la iglesia de la Merced, presidido por el párroco y los dos vicarios parroquiales. Los ojos de los hermanos se escapaban furtivos a los laterales del altar mayor. Allí, reposaban los pasos de Jesús de la Sentencia y el María Santísima del Buen Fin. El primero estrenaba las caídas bordadas, donadas por la cuadrilla del impresionante misterio. Justo al otro lado, el palio estrenaba el plateado y dorado de sus respiraderos, bellamente exornado por rosas color champán y antirrhinum.
Novedades que tendrán que esperar a la Semana Santa de 2014, después de quedarse ayer en casa. Desde el año 2008, no se producía la suspensión de la estación de penitencia de la hermandad de los estudiantes que además estrenaba hermano mayor tras la dimisión del anterior. Pero ayer las condiciones eran otras, como recordó el director espiritual, Pedro Rodríguez Molina: «La penitencia es que nos toca es esto, no procesionar pero sí rezar». Al consuelo, se sumó el recordatorio de que la estación de penitencia acaba en los hogares de cada hermano: «Os pido que evitéis estar con la túnica en sitios inadecuados». Igualmente, recordó que «se es hermandad todo el año»: «Os animo a participar en todo lo que organice la hermandad». Una participación que Moya dejó caer al comunicar la decisión de no salir. «Me hubiese gustado que estuviera una persona en esta salida y el año que viene espero que esté aquí con su túnica», expresó sin desvelar a quién se refería.
Cigarreras
Una hora antes de la hora prevista para la salida de la cofradía Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de la Esperanza, varios centenares de gaditanos esperaban apostados frente al Convento de Santo Domingo. Tras la renuncia de las Aguas y Sentencia, las previsiones de que Cigarreras decidiera sacar a sus titulares eran más bien escasas. El anuncio no se hizo esperar y a las 17.30 horas, el hermano mayor José Manuel Gomila anunció la suspensión de la Estación de Penitencia. No pronunció nada más la pena se apoderaba de sus palabras. En su lugar habló el dominico Pascual Saturio que se apresuró a decir que «contra la meteorología no podemos luchar». Intentó levantar el ánimo de los asistentes recordando que en los 25 años que lleva en el convento gaditano «tan sólo nos hemos quedado sin salir dos veces, por lo que podemos sentirnos afortunados». El argumento era el mismo que en el resto de las hermandades, garantizar la conservación del patrimonio. En lugar de la estación de penitencia, la hermandad realizó la oración de las cinco llagas de Cristo para pedir por la unidad de la hermandad y renovar el deseo de «perseveración en la fe». Los más jóvenes intentaban aguantar las lágrimas sin éxito mientras que otros se acercaban hasta las imágenes. Las mantillas, se agrupaban en un lateral del templo, apenadas también por la renuncia. «Éste iba a ser mi sexto año saliendo con la hermandad y es una verdadera lástima no poder cumplir».
Tras este momento, el hermano mayor, José Manuel Gomila reconocía un poco más calmado, «la difícil situación», sobre todo teniendo en cuenta que «contamos con muchos hermanos jóvenes a los que les puede costar un poco más entender la decisión, pero aún así sabemos que son bastantes compresivos». Las previsiones que barajaban era de un 80% de lluvia a partir de las 22.00 horas, lo que «podría perjudicar bastante el recorrido», sobre todo teniendo en cuenta que en el día anterior la hermandad de Columna no pudo cumplir con su itinerario y se quedó en la Catedral. «No queríamos salir a la calle y hacer el itinerario deprisa y corriendo mientras miramos al cielo pensando en si va a llover o no, por eso hemos declinado salir».
En el fondo de la iglesia de Santo Domingo, aguardaban Jesús coronado de espinas y burlado por los romanos y judíos y María Santísima de la Esperanza con las velas encendidas, a la espera de ser visitado por sus fieles.
Caminito
En su recoleta capilla, asomada a la puerta, parecía mostrar el dolor por la muerte de su hijo, inerte en su regazo. Un dolor que en la tarde de ayer no pudo ser consolado por las calles de Cádiz. La Virgen de las Angustias también se quedó en casa en la tarde noche de ayer ante un cielo amenazante de lluvia pero que no se arrancaba a llover. El único consuelo que quedó a sus hermanos es acercarse a la capilla, una vez terminada la misa de hermandad en las carmelitas, para ver de cerca a su Virgen de las Angustias, exornada con lirios morados y rosas violetas.
Desde el año 2008, Caminito no se quedaba sin salida procesional. Una decisión difícil, como explicaba su hermano mayor Ramón Medel. La junta de gobierno esperó hasta última hora para suspender la salida. Incluso en un primer momento planteó realizarla acortando tiempo de estancia en la calle o con vías de escape hacia su capilla, como la salida por Valverde que tomó Jesús Caído el pasado martes. Sin embargo, los partes empeoraron aún más y adelantaron el riesgo de lluvias. Así las cosas, la salida quedó suspendida y, con ella, la oportunidad de ver un cortejo sobrio y de negro con más de 600 hermanos dispuestos a poner la sobriedad a un Miércoles Santo que pintaba como festivo y que no se llegó a consumar.
El obispo Rafael Zornoza Boy presidió ayer la Misa Crismal, en la Catedral de Cádiz. En esta consagración de los óleos, Zornoza, estuvo acompañado por muchos sacerdotes. Durante su homilía, el obispo expresó que «la Misa Crismal manifiesta la comunión y por eso, aquí renovamos, anualmente, las promesas sacerdotales». El obispo celebrará hoy a las 18.00 horas, con la Misa de la Cena del Señor.