Revolcón a Interior tras quedar libres «los chechenos de Al-Qaida»

Fue uno de los golpes «más importantes contra Al-Qaida». Uno de los detenidos era «extremadamente peligroso» y tenía conocimiento en la fabricación de explosivos. Otro tenía suficiente pólvora en su casa como para «destrozar un autobús». Estas fueron algunas de las explicaciones que dio el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, el pasado 2 de agosto para congratularse de las detenciones. Pero ocho meses después todo el operativo policial ha caído como un castillo de naipes.

El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ordenó la pasada semana la puesta en libertad de los dos chechenos detenidos en Ciudad Real cuando viajaban en un autobús a Francia e impuso una fianza de 30.000 euros al turco Cengiz Yalzin por su papel de «facilitador», según la Policía, y al que se le encontró 150 gramos de pólvora en su casa de la Línea de la Concepción (Cádiz).

Los dos chechenos, Eldar Magomedov y Ankari Amadov, salieron de la cárcel la semana pasada y la Policía les esperaba en la puerta de la prisión para llevarlos a un Centro de Internamiento para Extranjeros por infringir la Ley de Extranjería al no disponer de documentación alguna.

Las detenciones causaron malestar en los servicios antiterroristas franceses, que habían alertado de la presencia en España de los chechenos, pero no a efectos de sus detenciones. Pese a ello, varios mandos fueron condecorados con la medalla roja al mérito.