Economia

El Eurogrupo asusta al amenazar con la extensión del tajo chipriota a otros países

El jefe de los ministros de Finanzas apuesta por imponer pérdidas a los dueños de grandes depósitos y dejar caer a los bancos insolventes

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, desató ayer la alarma al augurar que el riguroso rescate chipriota servirá como referencia en futuros salvavidas del bloque. El ministro de Finanzas holandés sugirió que el club de la moneda única no desembolsará más dinero para salvar bancos al borde del colapso, sino que serán sus accionistas e incluso los titulares de depósitos superiores a 100.000 euros los que pagarán la factura. Sus palabras desplomaron las bolsas y provocaron un inmediato repunte de la prima de riesgo española. Horas después, Dijsselbloem rectificó sus declaraciones y recalcó que el esquema empleado con la isla mediterránea, que contempla una quita de hasta el 40%, es de carácter «específico» y no se utilizará como «modelo ni plantilla».

El jefe del Eurogrupo inyectó una fuerte dosis de nerviosismo en los parqués tras una amplia entrevista con Reuters y el 'Financial Times'. En ella, dio por enterrada la estrategia utilizada por el bloque desde el estallido de la crisis financiera. Aunque la fórmula ha ido evolucionando con los distintos rescates, los socios han respaldado siempre la recapitalización de las entidades por su papel central en el funcionamiento de cualquier economía. Entre 2008 y 2011, la UE autorizó a los países a gastar u ofrecer como garantía 4,5% billones para evitar la quiebra de firmas de crédito. Incluso, ha aprobado salvavidas como los de Irlanda y España destinados específicamente a apuntalar el sector bancario.

Aprovechando el desbloqueo del rescate chipriota, que rompe completamente con el sistema utilizado hasta ahora, Dijsselbloem apuntó que sería el nuevo camino a seguir. «Quitar los riesgos del sector financiero y situarlos sobre los hombros de los gobiernos no es el enfoque apropiado», indicó. El salvavidas de la isla, que asciende a 10.000 millones, salió adelante a cambio de que Nicosia aceptara una profunda reestructuración de su banca. La medida más llamativa es que los dueños de depósitos superiores a 100.000 euros -aquellos que no cuentan con protección expresa- pagarán parte de la recapitalización de las entidades. En el caso del Banco de Chipre, la mayor firma nacional, las pérdidas rondarán el 40%. En Laiki, la segunda referencia del sector, los clientes podrían no ver un céntimo porque será liquidado.

El responsable holandés defendió la necesidad de extender el patrón chipriota, también conocido como 'autorrescate'. «Los bancos deberían ser capaces de salvarse ellos mismos o, al menos, recapitalizarse todo lo posible», insistió antes de recordar que los inversores no pueden creer que «siempre van a recuperar su dinero» porque los gobiernos les guardan las espaldas. La UE trabaja desde el año pasado en una doble vía para hacer frente a las dificultades en el sector bancario, que se ha revelado como uno de los elementos clave en las turbulencias de la zona euro. El Eurogrupo prepara la creación de una autoridad única para liquidar las entidades, pero también ultima las condiciones para que el fondo de rescate pueda llevar a cabo recapitalizaciones de forma directa.

Dos meses en el cargo

La perspectiva de que la zona euro utilizaría recursos comunes para salvar bancos tranquilizó mucho a los mercados cuando España se asomaba al rescate integral. Ayer, Dijsselbloem dio casi por amortizada esta opción. A su juicio, el uso de la fórmula chipriota permitiría que el bloque «jamás» tuviera que avalar una inyección directa de fondos. Pese a la contundencia de sus declaraciones, el ministro holandés se retractó en gran medida horas después al remarcar que el caso de la isla es «específico» y no puede pensarse en una generalización de las quitas. Hasta ahora, esta era la tesis del Eurogrupo porque el país cuenta con un sector tan desproporcionado a su tamaño que no había manera de rescatarlo. Dijsselbloem lleva dos meses en el cargo y se había advertido de su escasa experiencia. Miembro del Partido Laborista, se convirtió por primera vez en ministro el año pasado.

Pese a la rectificación, las palabras del responsable de la zona euro recuerdan lo impopulares que son los rescates en el Norte de Europa, especialmente los concebidos para apuntalar bancos. Una encuesta del pasado fin de semana indicaba que la mayoría de los holandeses querían a Chipre fuera de la moneda única. Angela Merkel midió al milímetro sus palabras, pero admitió su «satisfacción» con los parámetros del riguroso salvavidas de la isla.

En Chipre, la resaca del agónico acuerdo se vivió con incertidumbre. El presidente, el conservador Nicos Anastasiades, se dirigió a la población a través de un discurso televisado en el que calificó de «doloroso» el acuerdo. El líder isleño, que según algunas informaciones llegó a amenazar con dimitir durante el pulso en Bruselas, justificó el sacrificio por la necesidad de esquivar «la quiebra». Los ciudadanos iniciarán hoy el tránsito hacia la normalidad con el levantamiento parcial del 'corralito'. Todos los bancos, salvo los dos que sufrirán las quitas que abrirán el jueves, retomarán la actividad tras 10 días cerrados.