Despedida del Festival de Folklore Ciudad de Cádiz
Actualizado: GuardarCuando en 1983 comenzamos esta «bendita locura» de organizar el Festival Internacional de Folklore en nuestra ciudad, nunca pensamos que podríamos llegar tan lejos. A través de estos 29 años, lo que comenzó con mucho esfuerzo, dedicación y trabajo fue dando sus frutos y por nuestra ciudad pasaron embajadas culturales de los cinco continentes. Gracias a la colaboración de muchos gaditanos anónimos, poco a poco, fuimos consolidando un equipo de voluntarios que, renunciando a sus ratos libres o sus vacaciones laborales, colaboraron con nosotros para llevar, cada año, a buen término nuestro proyecto.
Las dificultades, tanto económicas como organizativas, siempre estuvieron presentes pero la dedicación y la ilusión por conseguirlo podían con todo. Si hacemos balance podemos afirmar que no existe ningún evento en nuestra ciudad que haya conseguido traer a Cádiz la representación de tantas y tan variadas expresiones culturales.
Pero el Festival no era solo eso, a través de la convivencia y el intercambio cultural se potenciaba la tolerancia y el respeto por otras tradiciones a veces desconocidas por nosotros. Estos gaditanos solo movidos por su amor a Cádiz y con el único afán de colaborar con las manifestaciones culturales de nuestra ciudad al final no hemos podido continuar y henos aquí que cuando en Cádiz se ha celebrado uno de los mayores acontecimientos de su ultimo siglo, el Bicentenario de nuestra Constitución, tuvimos que desistir en nuestro empeño.
Durante años dedicamos nuestro esfuerzo a entablar relaciones con todos los países hispanoamericanos y por aquí pasaron todos, también realizamos exposiciones, muestras artesanales, gastronómicas, conferencias y multitud de actividades para potenciar el intercambio cultural y a fe que, mirando atrás, lo conseguimos.
Ahora, que llega el momento de la despedida, nos vamos sin acritud, con pena, pero sin acritud. Seguimos sin recibir las ayudas pactadas y eso nos ha ahogado hasta el extremo de mantener todavía pendientes algunas partidas de 2011 y así no podemos. Lo que más nos duele es que en estos últimos años hayamos sido ignorados, pese a que hemos solicitado apoyo y soluciones a nuestras carencias, no hemos sido atendidos, una pena. En otros festivales, similares al nuestro y con las mismas dificultades de patronazgo, se han arbitrado soluciones para poder hacer frente a la crisis económica que nos acucia y seguir colaborando con las instituciones publicas para la celebración de estos eventos culturales, aquí no ha sido posible.
Sentimos abandonar y que desaparezca una actividad que, por derecho propio, se había hecho hueco en el espacio cultural de la ciudad y, sobre todo, llevada a afecto por el esfuerzo y dedicación de un grupo de personas sin otro interés que su colaboración con la cultura de su ciudad.
También queremos, desde estas líneas de despedida, expresar nuestro agradecimiento a las instituciones que nos apoyaron, a las empresas que creyeron en nosotros, a los más de doscientos socios colaboradores que año tras año apoyaron nuestro proyecto y, como no, a nuestro equipo de voluntarios. Como hemos dicho antes nos vamos, con pena, con frustración, pero agradeciendo a todos su colaboración.
Fue bonito mientras duró.