El Gobierno de Francois Bozizé confía su salvación a Pretoria
Actualizado: GuardarBangui espera que su salvación llegue desde la lejana Sudáfrica. El presidente Francois Bozizé ha regresado a su país tras un viaje relámpago a Pretoria donde ha recabado el apoyo de su homólogo Joseph Zuma. Tras la manifiesta inoperancia de la FOMAC, la fuerza multinacional radicada a 75 kilómetros de la capital y teóricamente destinada a impedir el avance guerrillero, su última esperanza radica en que los doscientos efectivos enviados por la potencia austral y, quizás, una última iniciativa de Francia, impidan la rendición de la ciudad, de unos 750.000 habitantes.
La ofensiva insurgente del viernes pudo ser repelida por las tropas gubernamentales gracias al apoyo aéreo sudafricano, según algunas fuentes, pero ayer se anunciaba la apertura de una nueva vía de ataque desde el noroeste tras la captura de Bossembélé. Bossangoa, la ciudad natal del presidente, cayó el pasado jueves.
Los rebeldes de Séléka anunciaban ayer su entrada en la capital. «Pedimos a la población que permanezca en sus casas, a las Fuerzas armadas centroafricanas que no combatan y al presidente Bozizé que se vaya», anunció desde París uno de los portavoces de la rebelión, Eric Massi.
Los llamamientos al diálogo del régimen y la condena de la Unión Africana no han surtido ningún efecto y los insurgentes del Séléka parecen decididos a culminar una ofensiva particularmente virulenta en diciembre de 2012 y reanudada hace una semana. La brutalidad de los guerrilleros ha sido denunciada por la ONU.