La campaña enciende a Venezuela
La pugna dialéctica entre Maduro y Capriles da paso a enfrentamientos entre chavistas y opositores
LA HABANA. Actualizado: GuardarLos dos principales candidatos a las elecciones presidenciales venezolanas del 14 de abril, Nicolás Maduro y Henrique Capriles, están enfrascados en una guerra donde las balas son las palabras. Con el ambiente caldeándose, «maduros e inmaduros», según empiezan a mencionar algunos oficialistas, pasaron esta semana de la dialéctica a la acción. Chavistas se enfrentaron a botellazos, palos y piedras a estudiantes opositores que intentaban entregar en el Consejo Nacional Electoral (CNE) una queja para exigir «comicios transparentes y justos». Ocho jóvenes resultaron heridos leves.
El toma y daca entre el chavismo y la oposición ha arreciado después de que la muerte del presidente Hugo Chávez el pasado 5 de marzo a consecuencia de un cáncer empujara a volver a las urnas para elegir a su sucesor entre un total de siete aspirantes.
Su designación de Maduro para reemplazarle zanjó las previsibles disputas entre los oficialistas. La asunción del antiguo sindicalista y excanciller de 50 años como presidente encargado gracias a una sentencia, cuestionada por la oposición, de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, le permite hacer campaña al tiempo que gobierna y aparece en inauguraciones y otros actos. Sus adversarios denuncian «abuso de poder» y campaña desigual.
Según las encuestas, el exvicepresidente aventaja a Capriles por un margen del 14% y el 18%. Su lema de campaña es «Maduro desde mi corazón. Chávez» y se apoya en una pegadiza canción en la que el estribillo dice «Chávez para siempre, Maduro presidente, Chávez lo juro, mi voto es para Maduro».
El abogado de 40 años y gobernador de Miranda, entretanto, lo ataca de tú a tú: «Vamos Nicolás, ponte a hacer campaña y recorrer el país, sin cadenas, sin abusar del poder, sin utilizar los recursos de los venezolanos!», decía en su cuenta de Twitter. En otro mensaje agregaba: «Nicolás candidato, en cadena, abusando de una Presidencia espuria, el pueblo no lo eligió! Como sería su candidatura sin recursos?».
En sus mítines, el líder opositor repite como una consigna que «Maduro no es Chávez», en un intento de distanciarlo del carismático caudillo, el líder que más elecciones ha ganado en sus 14 años de gobierno apoyado por los más pobres. Al mismo tiempo, reitera su desafío a debatir cara a cara. Lo probado, sin embargo, es que ambos arrastran multitudes allá donde se presentan. Se atacan y defienden ante las masas que enarbolan por igual la bandera de Venezuela.
Maduro aseguraba: «Yo nací en esta patria, caminando pueblo por pueblo con el comandante Chávez perseguidos, en el 94, 95». Además, daba brillo a su currículo al recordar que puede «hablar hoy por hoy con el presidente de cualquiera de los países importantes del mundo conociéndolo, y no lo digo por vanidad, sino con humildad, el presidente Chávez nos preparó para eso».
Capriles, por su parte, asegura que si gana sacará a los médicos cubanos y no regalará ni una gota de petróleo a nadie -el régimen de Raúl Castro recibe a diario 100.000 barriles pagados a precios preferenciales-. Maduro responde que los médicos «se quedan» y cantó sin equivocarse 'La Bayamesa', el himno nacional de Cuba en la cadena nacional. Fueron inmediatas las críticas de sectores opositores que denuncian desde hace años que el chavismo busca implantar en Venezuela el sistema de la isla caribeña. El presidente encargado arremetió contra sus adversarios al decirles que necesitan «psiquiatras del alma para quitarles el odio a la patria».