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Los millonarios rusos contienen la respiración
Los analistas estiman en hasta 30.000 millones el volumen que tienen depositado en la banca de la isla
MOSCÚ. Actualizado: GuardarLa bandera tricolor rusa ondea en la mayoría de los lujosos yates amarrados en los muelles deportivos de Limassol, Pafos y Lárnaca, cuyo aeropuerto también está repleto de aviones particulares rusos. Casi toda la costa sur de Chipre se ha convertido en una colonia con claro origen eslavo: tiendas con anuncios en cirílico, restaurantes y supermercados con nombres como 'Slavianka'-que significa mujer eslava y es el nombre de un marcha patriótica- o 'Avrora' -el crucero desde el que se dio la señal para el asalto al Palacio de Invierno en 1917-, junto a bares con cerveza 'Baltika' y botellas de vodka 'Pútinka' en honor del actual presidente del país.
Las mejores mansiones en la colina frente a la costa de Limassol pertenecen a adinerados rusos. Sus hijos aprovechan para aprender inglés en los centros de enseñanza de la isla y, de paso, se divierten por la noche en las discotecas. Se calcula que en Chipre viven en la actualidad, de forma permanente, unos 40.000 ciudadanos rusos.
La legislación de corte británico que tiene la isla, sus bajos impuestos y las altas tasas de interés de las cuentas atraen a los capitales eslavos. Ya desde los años 90, Chipre es el paraíso en donde los pudientes rusos, sus empresas y también las mafias blanquean el dinero.
Preguntado esta semana en una entrevista ante los micrófonos de la emisora Eco de Moscú sobre la cantidad de dinero ruso que hay en los depósitos bancarios del pequeño estado mediterráneo, el economista Serguéi Aleksáshenko reconoció que es un dato que «nadie sabe con exactitud». No obstante, según sus cálculos, «puede estar entre los 15.000 y los 20.000 millones de euros, con estimaciones a la baja». «Habrá más seguramente», estima, mientras algunos expertos elevan la suma hasta los 30.000 euros.
Hay además unos 9.000 millones de euros en las filiales abiertas en Chipre de los bancos rusos, las cuales a su vez, de acuerdo con las informaciones que maneja la agencia Moody's, han concedido créditos a sociedades 'offshore' -libres de impuestos- creadas en la isla por valor de 30.000 millones de euros.
Aleksáshenko está convencido de que, en cuanto se levante el 'corralito' y sea cual sea la solución que se adopte para evitar la suspensión de pagos, «el dinero será retirado de forma masiva y se colapsará el sistema bancario de la isla». «El problema no es ya la deducción de una quita a las cuentas bancarias, que podría suponer una pérdida en conjunto de casi 3.000 millones de euros para los ahorradores rusos, sino el elevado riesgo de que podría perderse todo», alerta el experto.
«No nos es indiferente»
Y es que, según dijo el jueves el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, tras reunirse con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, «no nos es indiferente lo que pase con Chipre». No obstante, anunció que su país «se incorporará a los esfuerzos para buscar un arreglo a los problemas financieros del país solo después de que se alcance un acuerdo entre sus autoridades y la Unión Europea».
Poco antes de que el jefe del Gobierno ruso diera a conocer su momentáneo distanciamiento de la solución al problema chipriota para no interferir entre Bruselas y Nicosia, su ministro de Finanzas, Antón Siluánov, declaraba que las maratonianas negociaciones llevadas a cabo desde el miércoles con su homologo chipriota, Mijalis Sarris, no habían dado ningún resultado.
Las autoridades de Nicosia pretendían la restructuración de un crédito de 2.500 millones de euros, concedido por Moscú en 2011, mediante su prolongación hasta 2022 y otra tasa de interés más baja. También querían la concesión de otro préstamo por valor de 5.000 millones de euros. «No hemos accedido porque la parte europea ha establecido un techo de deuda», señaló Siluánov, quien también explicó que ninguna entidad financiera rusa se ha sentido atraída por la compra de bancos chipriotas.
Ni siquiera, según el ministro ruso, ha habido interés por parte de las compañías energéticas rusas, Gazprom y Rosneft, que podían haber participado en la licitación para explotar los yacimientos de gas en la isla. «Las prospecciones no han terminado y no se sabe aún qué tipo de yacimientos son ni tampoco su volumen estimado», se lamentó Siluánov, quien también apuntó a posibles problemas con Turquía por la situación geográfica del filón.
Contrapartidas
La adquisición de bancos chipriotas, la explotación yacimientos de gas e incluso el despliegue de una base naval, en sustitución de la que Rusia tiene ahora en el puerto sirio de Tartus, eran algunas de las contrapartidas que los especialistas barajaban para que Chipre pudiera lograr una ayuda masiva de Rusia. Sin embargo, Medvédev ha advertido de que todas las posibilidades continúan abiertas. «No le hemos cerrado la puerta a Chipre», afirmó el viernes el primer ministro ruso, aunque insistió que Moscú se quita de en medio hasta que la UE yla isla lleguen a un acuerdo sobre el rescate.
Medvédev ha llamado la atención sobre el hecho de que, a consecuencia de la medida tomada por Bruselas, «gran número de nuestras estructuras públicas, que trabajan vía Chipre, tienen las cuentas bloqueadas por razones incomprensibles». Si no se halla una solución que evite la sangría en los depósitos rusos, Rusia ha amenazado con castigar el euro reduciendo su cantidad en las reservas de divisa del país. «La Unión Europea ha actuado en Chipre como un elefante en una cacharrería», sentenció el dirigente ruso.