Alfredo Pérez Rubalcaba y Elena Valenciano, en la ejecutiva del PSOE del pasado jueves. :: M. JARA
ESPAÑA

Valenciano insta a los críticos del PSOE a «abandonar las armas»

La número dos de Rubalcaba achaca parte de los problemas del partido a la falta de lealtad de los partidarios de Carme Chacón

MADRID. Actualizado: Guardar
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Un día después de que Alfredo Pérez Rubalcaba anunciara ligeros cambios organizativos para dar por zanjada la última gran crisis del PSOE, la vicesecretaria general del partido, Elena Valenciano, hizo un llamamiento a la unidad. «Lo razonable y lo bueno -dijo- es que todo el mundo abandone las armas y se ponga al servicio de quien ha ganado el congreso; eso es lo que hay que hacer más allá de quién lidere el partido dentro de ocho años, de cuatro o de diez».

La actual dirección del PSOE considera que buena parte de sus problemas se deben a la falta de lealtad de personas que apoyaron a Carme Chacón en el 38 Congreso del partido, celebrado hace algo más de un año. Y la número dos de la dirección lo expresó claramente en TVE aunque no señaló a nadie. «Hay algunas voces internas que no aceptaron nunca el resultado del Congreso de Sevilla que Rubalcaba ganó en buena lid, después de pelearlo durante bastantes meses y la cultura del PSOE dice que aunque haya habido una continenda dura el que gana el congreso es el líder y todo el mundo se pone a su servicio».

No niega la cúpula socialista que se hayan cometido errores. Pero sostienen que tampoco ayuda el que haya gene dispuesta a aprovechar cualquier tropiezo para tratar de derribar a Rubalcaba. Es esa convicción la que llevó al secretario general a descartar medidas de calado para acallar las dudas sobre su liderazgo, a rechazar la dimisión del secretario de Organización, Óscar López, por el episodio de Ponferrada y, por supuesto, no considerar la celebración de un congreso extrarodinario o un adelanto de las primarias.

Lo cierto es que, aunque parte del ruido interno se debe, efectivamente, a las heridas mal cerradas del congreso, hay algo más. Algunos de quienes apoyaron entonces a Rubalcaba expresan ahora dudas sobre su capacidad para liderar la recuperación del PSOE. Y, en cambio, José Antonio Griñán, que dio su respaldo a Carme Chacón, se ha convertido en el principal adalid de la continuidad del hoy secretario general, aunque no diga hasta cuándo.

En el otro extremo, se encuentra el secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, el único líder territorial que se lanzó a valorar en público los últimos movimientos de Rubalcaba. Su interpretación es que el veterano político «tiene ganas y quiere ser candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno de España».

Futuro abierto

Valenciano, que sale de esta crisis con el mandato de liberar en lo posible a Rubalcaba del día a día del partido, dejó ver sin embargo que no hay relación entre una cosa y otra. «Lo importante, incluso para que lo liderara otro en el futuro, es que el PSOE sea fuerte», dijo.

Entre los socialistas existe una fuerte preocupación por las dificultades que tiene Rubalcaba para hacer que su voz se oiga y que sus propuestas sean tenidas en cuenta. Algunos sostienen que es la figura en sí del exvicepresidente del Gobierno, lastrada por su pasado, lo que quita fuerza al mensaje. Otros, que hace falta más tiempo. «No es fácil que una formación política que ha sufrido una derrota electoral, en un año o en unos pocos meses, se convierta de partido derrotado en partido de la esperanza o del cambio», planteó Ramón Jáuregui, que a partir de ahora participará en las reuniones de la ejecutiva.