Obama defiende el derecho de los palestinos a tener su propio Estado
El presidente de EE UU destaca la necesidad de retomar el proceso de paz pero pide a Abás y Netanyahu que no exijan condiciones previas
EL CAIRO. Actualizado: GuardarLos palestinos tienen derecho a tener un Estado propio y soberano y la única forma de alcanzar la paz en la región viene de la mano de la solución de los dos Estados. El presidente estadounidense, Barack Obama, lo dijo ayer en Ramala ante las máximas autoridades palestinas, y lo reiteró en Jerusalén ante más de 500 estudiantes israelíes. Estado y negociación pero, eso sí, sin condiciones previas por ninguna de las dos partes.
«El pueblo palestino se merece el final de la ocupación y de las humillaciones diarias que trae consigo», reconoció el mandatario en una rueda de prensa en Ramala junto al presidente palestino, Mahmud Abás. Obama, que visitaba por primera vez Cisjordania, fue recibido ayer con cierta decepción en los despachos y desconfianza en las calles. El Gobierno de Abás habría deseado que el presidente de la única potencia que puede influir en las decisiones de su aliado Israel viniera más dispuesto a presionar por una solución, y no solo con intención de «escuchar», como había señalado el propio Obama. En las calles, unos 300 manifestantes criticaron, zapato en alto, el apoyo inquebrantable del jefe de la casa Blanca a Israel, mientras que un grupo salafista lanzó varios cohetes desde Gaza sin causar víctimas.
Pese a las muestras de apoyo a la causa por la creación de un Estado palestino, el discurso de Obama venía teñido de pequeños pero significativos cambios. Por primera vez desde que fuera elegido presidente, no enarboló la bandera de la congelación de los asentamientos judíos en Cisjordania como requisito previo al diálogo. «Si se espera que solo se puedan celebrar negociaciones directas cuando todo se haya resuelto de antemano, entonces las conversaciones no tienen sentido», señaló. El nuevo Gobierno israelí no parece tener en su agenda una nueva moratoria a la construcción de nuevas colonias, pero Abás aseguró que no cejarán en esa demanda.
Pero lo que dijo Abás en público, puede que esté dispuesto a suavizarlo en privado. Hasta ahora, los palestinos han exigido a Netanyahu que prometa públicamente que frenará la expansión en Cisjordania como condición previa al diálogo. Pero según un borrador para su encuentro con Obama filtrado al diario The New York Times, el presidente palestino podría estar dispuesto a que Tel Aviv se comprometiera en privado a no construir más colonias sin tener que anunciarlo antes los medios, algo que facilitaría la tarea al primer ministro hebreo ante una sociedad generalmente partidaria de la expansión.
Amenazas externas
De Ramala, Obama regresó a Jerusalén para dirigirse a la sociedad hebrea en un discurso que algunos medios estadounidenses ya calificaban anoche de «histórico». Ante cientos de estudiantes universitarios, el mandatario repasó todo aquello que la mayor parte del público israelí desea oír de su principal aliado: que Estados Unidos nunca les abandonará y que la relación del pueblo judío con la tierra de Israel, en definitiva, el sueño sionista, es una realidad legítima. Criticó a los enemigos del Estado hebreo, Hezbolá, al que definió como organización terrorista, o Irán, cuyo programa nuclear es un «peligro, no solo para Israel sino para el mundo entero», advirtió.
Pero el jefe de la Casa Blanca también tocó los puntos más espinosos de la realidad israelí, como los asentamientos, «contraproducentes» para la paz, ya que «una Palestina independiente debe ser viable y se deben trazar las fronteras reales», o la necesidad de reconocimiento de que los palestinos merecen tener su propio Estado. «Poneos en su lugar y mirad el mundo a través de sus ojos. No es justo que un niño palestino no pueda crecer en su propio Estado y viva con la presencia de un Ejército extranjero que controla los movimientos de sus padres cada día», reiteró Obama, quien también criticó que la violencia de los colonos no sea castigada o que muchos árabes no puedan cultivar sus tierras. «Igual que los israelíes crearon un Estado en su patria, los palestinos tienen el derecho a ser un pueblo libre en su propia tierra», defendió.