
Montoro confirma a las comunidades que flexibilizará el objetivo de déficit
Cataluña y Andalucía defienden que cada autonomía negocie su techo de gasto, tesis que rechazan Madrid, Aragón y Castilla yLeón
MADRID. Actualizado: GuardarEn una de las reuniones más plácidas en años del Consejo de Política Fiscal y Financiera, Cristóbal Montoro confirmó ayer que si la Unión Europea flexibiliza este año el objetivo de déficit para España, fijado en un principio en el 4,8%, el Gobierno hará lo propio con las comunidades, que tienen un techo para sus números rojos de 0,7% del PIB, una demanda compartida por las autonomías sin distinción de color político.
Todos los consejeros de Economía acogieron con satisfacción este anuncio del ministro de Hacienda, aunque rápidamente quedó patente las diferencias por la manera de llevar a cabo esta flexibilización. Cataluña y Andalucía abogaron por la asimetría y que cada comunidad autónoma negocie con Hacienda su propio techo de gasto. No obstante, la andaluza Carmen Martin Aguayo y el catalán Andreu Mas-Colell discreparon a su vez entre ellos sobre qué criterios aplicar. El Ejecutivo presidido por Artur Mas quiere que sea el tamaño del PIB el que determine la elevación del techo, mientras que el Gobierno del socialista José Antonio Griñán insiste en la población.
Tres comunidades gobernadas por el PP, Madrid, Castilla y León y Aragón, defendieron la simetría y que se aplique una misma reducción para todos los territorios. Y, si finalmente se fijan criterios distintos para cada comunidad, se debería premiar a aquellas que sí han cumplido en 2012 con el compromiso de reducción del déficit, un planteamiento que dejaría fuera, entre otras, a Cataluña y Andalucía.
Estas controversias se podrán limar en el grupo de trabajo que aprobó ayer el Consejo para analizar la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, y que deberá elaborar un dictamen sobre los techos de déficit para este año.
Montoro negó que esta posible flexibilización de los números rojos vaya a traer nuevos ajustes,como ha insinuado algún portavoz de la Comisión Europea «porque España ha cumplido con la reducción estructural del déficit público, más allá de esa lucha por lograr una décima arriba o una décima abajo».
El titular de Hacienda explicó que durante la reunión de ayer se «ha celebrado la reducción del déficit de las comunidades autónomas a la mitad, hasta dejarlo en un 1,7%» en 2012. Montoro achacó este logro al esfuerzo de austedridad del conjunto de la sociedad y de contención del gasto público. «Esto ha permitido un saneamiento de las comunidaes autónomas a un ritmo que nunca antes se había registrado en nuestro país», acotó con evidente satisfacción. El ministro, durante la comparecencia posterior al encuentro, destacó que este éxito supone ganar en credibilidad como país y, sobre todo, «demostrar que el Estado de las autonomías es fiable y gobernable».
Visión de conjunto
Preguntado por el doble rasero que supone el hecho de que unas comunidades hayan cumplido estrictamente con el objetivo de déficit y otras no, Montoro expuso que su obligación es mirar el conjunto y «poner en valor la media lograda en 2012, con esa reducción de un punto y medio».
Cataluña, a diferencia de otros consejos, donde incluso llegó a ausentarse, mostró una postura constructiva y alejada de cualquier confrontación, lo que reafirma esa nueva estrategia que Artur Mas transmitió la semana pasada a sus consejeros, con la petición de que se muestren constructivos y colaboradores en todas las negociaciones con el Gobierno central para rehacer los puentes de entendimiento entre Barcelona y Madrid. Tampoco la Junta de Andalucía ejerció el papel de la oposición tajante a las propuestas económicas del Ejecutivo y también buscó el camino del entendimiento con Montoro.
En cuanto al nuevo sistema de financiación autonómica, el ministro de Hacienda se limitó a recordar la puesta en marcha de un segundo grupo de trabjo que analizará los cambios en el actual modelo, muy criticado por el PP cuando estaba en la oposición, y que puede convertirse en una baza en la negociación que Mariano Rajoy quiere entablar con Artur Mas para que module su estrategia soberanista.