
Egipto se enfrenta a una nueva crisis del pan
La decisión de Mursi de racionar las piezas subvencionadas, que se venden a medio céntimo, amenaza con desatar una sublevación popular
EL CAIRO. Actualizado: GuardarHasta la revolución de 2011, las conocidas como 'revueltas del pan' habían sido prácticamente los únicos conatos de rebelión que habían preocupado a los distintos gobiernos egipcios, que nunca se atrevieron a reformar el arcaico sistema de subvenciones egipcio por miedo a una sublevación popular. El crítico estado de la economía egipcia, donde un 40% del presupuesto se destina a los bienes subsidiados, ha obligado al Gobierno islamista a emprender un nuevo intento, y el ministro de Suministros ya ha anunciado que empezará a racionar el pan subvencionado dentro de dos meses.
La noticia ya ha comenzado a ocasionar protestas. El martes, cientos de panaderos se manifestaron frente al edificio del ministerio de Suministros para denunciar el aumento de los precios de la harina, que aseguran que ha pasado de 16 a 286 libras egipcias (1,8 a 32,5 euros) el saco de 100 kilos. Los hornos deben vender cada pieza de pan subvencionado a 5 piastras (medio céntimo de euro) y, en teoría, deben ser compensados por el Estado. Pero los panaderos se quejan de que las autoridades les deben cerca de 50 millones de euros que no han sido abonados aún y que, aun así, la cantidad que reciben por elaborar el producto subsidiado no es suficiente y acaba costándoles dinero.
El Gobierno, ahogado por la difícil situación económica que atraviesa el país, asegura que se producen abusos en las ayudas públicas y que parte de la harina que los panaderos adquieren a un precio menor acaba en el mercado negro o es utilizada para elaborar el pan destinado al consumo general u otros productos. Los precios de este alimento de primera necesidad no han cambiado desde los años 80 del siglo pasado, para lo que los diferentes ejecutivos han tenido que hacer cada vez más aportaciones, engordando la partida de las subvenciones -que también engloba productos como el aceite de cocinar, el gas o la gasolina- hasta niveles insostenibles. La explosión demográfica egipcia, que hoy supera los 83 millones de personas, no ha hecho sino agravar la situación. Además, el Fondo Monetario Internacional exige a Egipto reformas económicas, dolorosos recortes y subidas de impuestos si quiere conseguir un más que necesitado préstamo de 4.800 millones de dólares (3.700 millones de euros).
De 20 a 3 por familia al día
Actualmente las familias egipcias pueden comprar hasta 20 piezas de pan -unas tortas planas y redondas- por una libra al día. Con el nuevo sistema que quiere implantar el Gobierno, que estaría regulado por unas tarjetas inteligentes, esta cantidad se reduciría a 3 hogazas diarias por persona, aunque desde el ministerio de Suministros aseguran que el objetivo es aumentar el tamaño y la calidad de esos bollos. Pero para las familias más necesitadas de Egipto, donde un cuarto de la población vive por debajo del umbral de la pobreza y el pan y alimentos humildes como las habas son la base de la dieta, el nuevo sistema puede resultar devastador.
El ministro de Suministros y Comercio Interior, Basem Uda, ya ha amenazado a los panaderos con emprender acciones legales si deciden cerrar sus hornos en protesta por la medida, algo con lo que ya ha amagado una de las asociaciones del sector, que reúne a más de 25.000 establecimientos. Pero la Historia recuerda que, si por algo están dispuestos a luchar los egipcios, es por su pan.