Una expansión controlada

Resulta chocante en estos momentos de crisis financiera hablar de empresas que suben como cohetes y mantienen el equilibrio durante el vuelo. Este es el caso de la compañía portuense Carbures, que en sólo un año ha logrado triplicar el valor de sus acciones. No se trata de un experimento empresarial alumbrado bajo el amparo de las ayudas públicas ni tampoco de una venta de humo calculado. Al contrario. Carbures es el reflejo de un proyecto que ha ido subiendo poco a poco y de forma controlada hasta convertirse en un referente mundial en la fabricación de piezas y estructuras aeronáuticas con fibra de carbono. Lo que empezó como una pequeña iniciativa de la Universidad de Cádiz sobre investigación y desarrollo es hoy un modelo a seguir. Easy Solutions nació en 1999 de la mano de varios catedráticos de la UCA, interesados en el desarrollo del composite y de su aplicación, pero en 2005 pasó el testigo a lo que conocemos como Carbures, una empresa con implantación en China y Estados Unidos, que ha revolucionado el mercado de la fibra de carbono. Uno de los secretos del éxito de esta empresa gaditana ha sido, por un lado, la diversificación de su actividad y, por otro, su internacionalización. La conjunción de ambos conceptos es lo que ha dado confianza a los inversores, que han apostado por ella en las tres ampliaciones de capital que ha suscrito en poco menos de un año. Carbures sigue un camino imparable. El año pasado orientó también su actividad hacia la automoción, donde ha logrado un contrato con BMW para la aplicación de la fibra de carbono en el segmento de los coches. Además ha sabido ganar confianza y atractivo en otro plano con la fabricación en exclusiva de un estoque de ayuda en fibra de carbono para el diestro José Mari Manzanares. Carbures sube como la espuma.