González Pons implica a Francisco Camps en el 'caso Urdangarin'
El diputado del PP asegura que el duque le propuso recalificar parte de la Albufera para hacer un puerto deportivo
MADRID. Actualizado: GuardarEsteban González Pons se lo pone aún más difícil a Francisco Camps para salir indemne del 'caso Urdangarin'. El diputado popular aseguró ayer ante el juez que en diciembre de 2005 estampó su firma en la adjudicación de 382.000 euros al Instituto Nóos para el frustrado proyecto de celebrar unos Juegos Europeos en Valencia porque ese convenio era fruto de un «acuerdo previo» entre el duque de Palma y el Gobierno que presidía Camps.
«Ya está bien de las informaciones que relacionan mi firma con el pago a Urdangarin. Aquel convenio, sin mi firma, habría supuesto el mismo dinero para Nóos», dijo González Pons, entonces consejero del Gobierno valenciano, sacudiéndose toda la responsabilidad y apuntando directamente al Ejecutivo autonómico. «Con mi firma no se comprometió ni un solo euro de dinero público», insistió el parlamentario y vicesecretario del PP, quien explicó al magistrado José Castro que ese convenio con su firma no tenía efectos económicos, pues estaba condicionado a que la Generalitat liberara el dinero. Decisión que él no tomó.
González Pons, que reiteró en varias ocasiones que el único cabeza visible del Instituto Nóos era Iñaki Urdangarin, admitió que el hecho de que un miembro de la Familia Real estuviera detrás del proyecto fue un determinante para que se le adjudicara el contrato.
Pero, explicó, ni siquiera la presión del yerno del Rey le hizo ceder a uno de los proyectos más descabellados de Urdangarin. Según desveló, en 2006 Urdangarin y el empresario inmobiliario valenciano Enrique Bañuelos le propusieron recalificar parte de los terrenos de la Albufera del termino municipal de El Saler, de alto valor ecológico, para construir allí un puerto deportivo como parte de esa ensoñación de esos primeros Juegos Europeos del Mediterráneo. González Pons, ante el juez, aseguró haber sido él en persona el que paró los pies al marido de la infanta Cristina.
Contradicciones
El segundo testigo estrella del caso Nóos y ante la comisión judicial del 'caso Nóos' desplazada a Madrid fue José Manuel Romero, el conde de Fontao, el asesor de la Casa Real, que, según la Zarzuela, convenció a Urdangarin de dejar del Instituto Nóos. Romero, extremadamente nervioso, incurrió en varias contradicciones e imprecisiones, según todas las fuentes consultadas. Desde un principio, insistió en desvincular al Rey de los negocios de su yerno o de su periplo empresarial. Es más, el asesor de don Juan Carlos dijo haber obrado de 'motu proprio' cuando aconsejo a Urdangarin dejar la compañía de Diego Torres.
El conde aseguró haberse enterado por una revista que Urdangarin se dedicaba en Nóos a hacer actividades mercantiles y fue entonces cuando, por su cuenta, decidió tomar cartas en el asunto por entender que ese tipo de negocios en los que se tiraba de «tarjeta de visita» para conseguir contratos no eran compatibles con la «ética» de la Casa Real. Solo entonces informó al jefe de la Casa del Rey de que iba a recomendar a Urdangarin que dejara Noos, pero nunca al jefe del Estado que, insistió, no estaba al tanto de las actividades del duque de Palma.