ESPAÑA

Wert cree que existe «una percepción social exagerada» sobre la corrupción

El ministro de Educación confiesa que al Gobierno le preocupa que esta sensación aumente la desafección política

MADRID. Actualizado: Guardar
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El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, afirma que existe «una cierta percepción social hipertrófica y exagerada del nivel de corrupción» que hay en España e insiste en que el hecho de que se den casos de corrupción «no quiere decir que haya un país corrupto debajo».

El último sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas sitúa a la corrupción como el segundo problema que más preocupa a los ciudadanos, solo superado por el paro.

En una entrevista a Europa Press, Wert muestra la «preocupación» del Gobierno por las consecuencias que esta percepción sobre la corrupción tiene en cuanto a la «desafección política» de los ciudadanos y la «proliferación de sentimientos antipolíticos». «Sinceramente, creo que lo que dijo el presidente del Gobierno en el Debate sobre el estado de la Nación, acerca de la existencia de unos casos cuya gravedad no se puede ocultar, no cabe deducir ni muchísimo menos que lo políticos de todos los partidos sea gente corrupta».

A su juicio, es «evidente» la preocupación por la corrupción, como demuestra la encuesta del CIS, pero para el ministro de Educación también lo es «la velocidad con la que ha crecido esa percepción en los últimos meses. «Es una preocupación que todo el Gobierno comparte», apostilla.

Para Wert, la «principal responsabilidad» es de los políticos por «no haber sido capaces de prevenir más casos» y por «no haber sido capaces de convencer de los esfuerzos que se están haciendo» para atajarla. Según ha indicado, todas las iniciativas anunciadas por Rajoy en el debate, van a tener una «concreción mayor» en iniciativas legislativas, que harán que la legislación española «sea una de las más exigentes frente a la corrupción».

«A todos nos incumbe una obligación de ejemplaridad y una obligación de pedagogía», indica Wert, al tiempo que advierte de que «cierto efecto de retrolimentación» en los medios de comunicación. En este sentido, pone como ejemplo el reparto de tiempos en los telediarios y asegura que el 60-70 por ciento está dedicado a los asuntos de corrupción, «muy a menudo para simplemente recordar que están ahí y no para aportar una información nueva».

«No quiero en absoluto quitarles importancia (a los casos de corrupción), creo que siempre hay que atender la indignación de la sociedad que puede haber sobre estos temas, pero también creo que es adecuado encuadrarlos en la dimensión que tienen y sobre todo no pensar que contagian a toda la clase política o administrativa, sino hacer un análisis más sobrio de lo que representa y valorar qué se está haciendo para prevenirla y para atajarla», concluye.