Cristina Fernández tiene asiento reservado en primera fila

Cristina Fernández, presidenta argentina, estará sentada en primera fila en la misa de coronación del Papa Francisco. Un honor que compartirá, entre otros, con el jefe de Estado italiano, Giorgio Napolitano. La delegación del país natal del Pontífice será muy amplia, igual que ocurrió con Benedicto XVI y no tanto con Juan Pablo II, ya que el Gobierno comunista de Polonia se llevó un serio disgusto con la elección de Karol Wojtyla.

La actual inquilina de la Casa Rosada llegará en compañía de representantes del Parlamento, la Iglesia, el poder judicial y los sindicatos. A pesar de las desavenencias entre Bergoglio, en su época de arzobispo, y el clan Kirchner, la presidenta argentina no ha dudado en instar al Papa «a mediar entre los líderes internacionales para conseguir un mundo más justos». Con ese talante se presentará en Roma en compañía del ministro de Exteriores, Héctor Timerman; del presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez; y de la máxima autoridad de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti.

Entre los dirigentes eclesiásticos, no faltarán el responsable de la Conferencia Episcopal Argentina, José María Arancedo, y el de Pastoral Social, Carlos Alberto Acaputo. La comitiva oficial incluirá también a los líderes sindicales.