ESPAÑA

El patrocinio bajo sospecha de Vuitton

Nóos nunca declaró a Hacienda la ayuda económica al Valencia Summit, que pudo acabar en los bolsillos de los dos exsocios El grupo francés donó 87.000 euros a Urdangarin un mes después del correo en que pide ayuda al Rey

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

«Quizás con un impulso del Señor (el Rey) el tiempo no correría tanto y señor Arnaud (sic) decide con rapidez». La frase pertenece al correo que Iñaki Urdangarin envió a don Juan Carlos para que hablara con Bernard Jean Étienne Arnault, el propietario del grupo francés de artículos de lujo LVMH, para convencerle de que fuera uno los principales patrocinadores del Valencia Summit de 2004, por el que Nóos se embolsó más de un millón de euros pagados por el Gobierno autonómico.

Ese correo electrónico, cuya respuesta se desconoce, lo remitió el duque al jefe del Estado el 10 de septiembre de 2004. El mensaje terminaba con una despedida en la que el marido de la infanta Cristina decía «quedar a la espera» de «los comentarios y plan de acción» de don Juan Carlos. El 14 de octubre de ese mismo año, solo 34 días después de que el imputado pidiera a su suegro que hiciera en su favor un «par de gestiones», el Instituto Nóos ya tenía en su caja la generosa contribución de Louis Vuitton, según consta en los informes de Hacienda remitidos al juzgado.

La Casa Real admitió ayer la existencia y veracidad de ese comprometedor correo electrónico del yerno del jefe del Estado, algo que la defensa de Urdangarin ni siquiera reconoce, ya que ha impugnado todos los 'mails' aportados a la causa por Diego Torres. Sin embargo, la Zarzuela aseguró que no consta que don Juan Carlos hiciera gestión alguna para favorecer a su hijo político, que en esa misiva electrónica le pedía que «mediara en la medida de lo posible» para conseguir patrocinadores para el evento en la capital del Turia y la participación de personajes de renombre internacional en esa cita deportiva.

A pesar de que en ese mismo correo electrónico dejaba entrever las dificultades que el recién nacido y entonces prácticamente desconocido Instituto Nóos tenía para conseguir contactos y dinero, la ayuda de Louis Vuitton, además de rápida, fue cuantiosa, 87.000 euros.

Esa cifra está recogida como ingreso de 2004 en el libro de registro del instituto Nóos, que incluso giró factura a LVMH. Sin embargo, revela la Agencia Tributaria, nunca se declaró al fisco, por lo que ese dinero entró en la caja B de esa fundación y, por ende, pudo terminar en los bolsillos de Torres y Urdangarin.

Cuestión de fechas

Otro hecho que ha llamado poderosamente la atención del correo de Urdangarin al Rey pidiendo ayuda está relacionado también con la fecha de ese escrito, el 10 de septiembre de 2004, solo dos días después de que las administraciones valencianas adjudicaran a Nóos la organización de ese evento. Sin embargo, de todo el texto se deduce que el duque de Palma llevaba mucho tiempo antes trabajando en el asunto de la cita interacional. Es más, el imputado se refiere a una conversación anterior con el jefe del Estado sobre estos temas.

El 'mail' conocido el jueves en el que Urdangarin pide gestiones al Rey no es el primero que airea Torres que señala supuestas -y siempre desmentidas por la Zarzuela- gestiones del monarca en favor de los negocios privados del marido de su hija menor.

Un correo de octubre de 2007, cuando supuestamente Urdagarin había roto con su hasta entonces socio, da cuenta de las supuestas gestiones del Rey para echar una mano al proyecto Ayre, la ensoñación de ambos de tener un segundo barco español en la Copa América. Ese proyecto pasaba por usar la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social, sucedánea de Nóos a partir de 2007, que luego fue usada supuestamente para evadir capitales.

«Diego, a ver si mañana hablamos un minuto porque es importante. Su Majestad me ha comentado un posible patrocinador importante», explicaba el duque a su todavía socio. Otro correo electrónico reveló la supuesta intermediación de don Juan Carlos para presentar el sindicato Ayre al regatista Pedro Perelló.