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Lo que le pide la parroquia
Sacerdotes y católicos de base enumeran los retos del nuevo Pontífice
Actualizado: GuardarIncorporar a la mujer a las estructuras de poder, lograr la transparencia en una Curia jerárquica y reconocer las nuevas realidades sociales en materia de sexualidad y familia son las exigencias de católicos de base y sacerdotes. Casi todos esperanzados con los aires humildes del que puede ser el 'Papa de los pobres'.
Pilar de Miguel Profesora de Magisterio y teóloga
«Su gran reto es visibilizar a la mujer en la Iglesia»
OPilar de Miguel cuenta que una compañera le dijo el otro día que la Iglesia se podía olvidar de ella mientras no tuviera en cuenta a las mujeres. Que sería algo que les iba a llevar tres vidas. «Yo le contesté que si tardan tanto a lo mejor a la Iglesia solo le queda una vida. Es tan escandalosa su ausencia que no les va a quedar más remedio que visibilizar su falta de representatividad». Para esta profesora de magisterio y teóloga, la mujer está presente en todos los ámbitos del catolicismo, y debería ser tenida en cuenta. «Hay pensadoras teólogas de muchísimo renombre y mujeres liderando movimientos de base. Visibilizarlas sería un cambio tremendo. Un texto del Evangelio habla de un traje al que le pones remiendos: estos acaban tirando de lo viejo y, al final, el traje se rompe. A vinos nuevos, odres nuevos».
De Miguel también pide al Papa Francisco que meta mano en el modo en el que se toman las decisiones en la Iglesia católica y en su jerarquizada organización interna. «Hay un movimiento muy potente en todo el mundo que está siendo invisibilizado». Su deseo, «que desaparezca la Curia tal como la conocemos y mantenga unas relaciones normales con las Iglesias locales». «Va llegando el tiempo en que sean las comunidades locales quienes echen a andar la Iglesia. Francisco tiene una oportunidad de oro para hacerlo en un momento tan convulso. Sería una pena que no tomara esta dirección evangélica, que no ocupe ese lugar vacío de liderazgo con una propuesta de sentido, solidaridad y decencia humana».
Otro apunte de esperanza en el nuevo Pontífice lo proporciona su talante abierto ante otras religiones: la amplia comunidad judía de Argentina ha acogido con alegría su designación. «El Gobierno de Israel, donde hay tantos argentinos, le ha felicitado por su nombramiento. Valoro sus buenas relaciones con otras creencias, que no sea tan particularista y mire al mundo». Pilar de Miguel sabe que los gestos y la liturgia son fundamentales en el catolicismo. Y por eso le ha agradado que estemos ante un hombre sencillo y sensible con la ecología. «Si uno se cocina su comida, como él hace, aprende algunas cosas».
Evaristo Villar Portavoz de Redes Cristianas y del Foro de Curas de Madrid
«El mundo necesita a un Papa de los pobres»
O Evaristo Villar tiene clara la primera misión de Jorge Mario Bergoglio: «Devolver el protagonismo al pueblo cristiano». En su opinión, la Iglesia católica es anacrónica en muchos aspectos. «Su estructura piramidal hace que la base no se vea. Todo desciende de la cúpula, con el Papa como representante absoluto y infalible. Como una monarquía. El pueblo cristiano no tiene presencia y hay una separación total entre el clero y el laico. Después, la división todavía es más denigrante entre hombre y mujeres, que no pueden ser sacerdotes ni jerarcas. Y tampoco están los diferentes, los gays y lesbianas y los exsacerdotes y exmonjas».
El portavoz de Redes Cristianas y del Foro de Curas de Madrid recomienda «suprimir de raíz el colegio cardenalicio, un grupo cortado por el Papa anterior a su imagen y semejanza, que asegura monárquicamente la elección del siguiente». Eso significaría reestablecer la capacidad de decisión de las conferencias episcopales y de las Iglesias nacionales; descender del Vaticano a la parroquia de barrio. Villar aboga porque la Iglesia católica «vuelva a sus raíces cristianas, al mensaje auténtico de Jesús». «El mundo necesita un Papa de los pobres. Que se dejen de las mandangas del poder temporal».
Para este sacerdote sería determinante que el Papa Francisco imitase en Roma el gesto que tuvo en Buenos Aires, abandonando el palacio arzobispal y yéndose a vivir a un apartamento. «Si diese ejemplo los pobres ya no estarían ninguneados. Al Vaticano le sobran todos los bancos y el dinero, que no sirve más que para entretener y corromper a la gente». Con todo, Evaristo Villar tiene esperanza. No es un Papa europeo, una elección «justa» teniendo en cuenta que Latinoamérica acoge al 42% de los católicos del mundo. Bergoglio ha tenido contacto con la Teología de la Liberación y las comunidades cristianas de base en aquellos países.
Que apareciera en al balcón de San Pedro sin los capisallos de anteriores Papas -apenas una sotana blanca y una esclavina- y pidiera rezar a los fieles antes de impartir la bendición también han agradado al sacerdote. «Su reto es afrontar la crisis de credibilidad de la Iglesia y su presencia en el mundo. Espero que sus gestos posteriores acallen la presunta complicidad de la jerarquía católica argentina con los golpes militares. Si es cierto, actuarán el derecho y la justicia con las víctimas».
Tomás Trigo Sacerdote y profesor de Teología
«Ningún Papa dirá jamás que el aborto es lícito»
OEl reto inmediato del Papa Francisco ya lo planteó Juan Pablo II. «La nueva evangelización. En un mundo tan secularizado, Wojtyla supo que debía evangelizar el mundo, de ahí que fuera un Papa tan viajero para proclamar la palabra de Dios. Claro que en esta nueva evangelización intervenimos todos, no solo el Papa. Religiosos y laicos». Tomás Trigo, presbítero de la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei, remarca que Benedicto XVI ha hecho «muchísimo» por la evangelización, no tanto viajando como Juan Pablo II, que tenía 58 años cuando llegó al pontificado, sino en su magisterio. ¿Será Francisco un 'hombre de acción', más parecido al carismático Wojtyla? «Puede ser. Por lo poco que conocemos, parece una persona cercana y al que vamos a entender muy bien, sobre todos los de habla hispana. Pero tiene 77 años y le falta un pulmón. Viajar no es lo importante, lo puede hacer muy bien desde el Vaticano».
Que Bergoglio haya elegido el nombre de san Francisco de Asís no es gratuito. «Ha demostrado ser muy cercano a los pobres. No me extrañaría nada que insistiera en la preocupación social, en la caridad en definitiva, que es algo exigente y no se demuestra con la palabra, sino metiendo la mano en el bolsillo». Para Tomás Trigo, que el Papa proceda de Latinoamérica también es digno de encomio. «Conoce muy bien la realidad de países con una fe muy viva. Sabe mejor que nadie que ahora lo que necesitan esos pueblos es una formación intelectual teológica más profunda».
Más allá de la labor evangelizadora, Francisco se enfrenta a los retos de acercar la Iglesia a la gente. «Todos deseamos que la Curia vaticana sea más transparente y eficaz», reconoce este profesor de la Universidad de Navarra. «Probablemente este Papa lo consiga. Otra meta es la unidad de todos los cristianos, que venimos persiguiendo desde Juan XXIII. Y que se deje de hablar dentro de la Iglesia de progresistas y conservadores. Aquí estamos todos a lo mismo».
Esta última división atañe a cuestiones polémicas como el aborto, la ordenación de mujeres o el matrimonio gay. Tomás Trigo tiene claro que las cosas no van a cambiar con el Papa argentino. «Hay temas en que la Iglesia siempre será firme. Jamás dirá que el aborto o el adulterio son lícitos, y no habrá ningún Papa aperturista al respecto. La Iglesia no puede cambiar la ley divina. Que nadie espere que este Papa va a enseñar una doctrina distinta en esas cuestiones morales tan claras».
Aitor Urresti Ingeniero y profesor de la UPV. Miembro de Eliza Gara
«En los Evangelios no pone que dos hombres no puedan casarse»
O«Lo que me sale de las tripas es decirte que la forma en que ha sido elegido este Papa es antidemocrática. En realidad da igual él que cualquier otro, porque ninguno me representa». Aitor Urresti, miembro del colectivo católico de base Eliza Gara, reconoce que había «candidatos peores». El talante austero de Francisco, ortodoxo pero flexible en lo social, no le convence demasiado. ¿Qué le pediría? «La Iglesia, si quiere responder a los retos actuales, se tiene que renovar por completo. Tenemos que empezar a hablar de cosas que son normales en la sociedad: la participación de la mujer en las estructuras de la poder y una postura abierta respecto a la sexualidad».
Todo pasa por considerar a los fieles «como personas realmente adultas, con capacidad de decidir qué quieren creer o no, sin que papá nos diga qué tenemos que hacer».
Urresti ha leído los Evangelios. «Y en ninguna parte pone que dos hombres no se pueden casar entre sí». Desencantado con la jerarquía, este ingeniero y profesor de la UPV reconoce sentirse feliz con otros cristianos en su comunidad. «He empezado a asumir que el cambio no vendrá desde arriba. Deberá fraguarse desde la base y ya caerá».
¿Será capaz Bergoglio de atajar los escándalos y corruptelas que dibujan el Vaticano como un 'nido de cuervos'? «Yo haría la pregunta al revés: ¿le interesa? Los Papas pueden hacer lo que quieran. Si ninguno ha hecho nada al respecto hasta ahora es porque no le interesa. Con este pasará exactamente lo mismo». Aitor Urresti pensaría diferente si el Papa Francisco renunciara a todos sus privilegios y convocara «un nuevo concilio donde participe la gente de base».