El graduado de Zac Efron
La película mezcla cine negro, humor y alta temperatura sexual en el sur más profundo de Estados Unidos En 'The Paperboy' demuestra que se ha desprendido de la imagen de actor para jóvenes creada en 'High School Musical'
MADRID. Actualizado: GuardarEn una barra de bar imaginaria podrían encontrarse Zac Efron y Shia Labeouf intercambiando pareceres sobre el espinoso salto de estrella de la Disney a actor del cine adulto 'made in Hollywood'. Zac Efron aquel chico que a base de pop manufacturado asaltó las hormonas de las adolescentes norteamericanas con 'High School Musical' y sus secuelas, convirtiéndose de tal manera en el niño mimado de la maquinaria de marketing de la factoría Disney, es hoy un chaval de 25 años, millonario incluido en las listas Forbes, pero también cada vez más cerca de convertirse en eso que llaman actor. Buena parte de la culpa la tiene su papel protagonista en 'The Paperboy' ('El chico del periódico'), de Lee Daniels, que se estrena hoy en España.
Su carrera ha sido meteórica, de 2006 en adelante, y ha estado marcada en principio por lo musical para lo bueno y para lo malo. Las tres películas de 'High School Musical' lo auparon a lo más alto de la popularidad adolescente (también a la lista de éxito Billboard), aunque también pusieron en entredicho sus dotes como cantante: su voz estaba mezclada con la de Drew Seely, cantante canadiense también al servicio de la casa de Mickey Mouse. Efron no daba el do de pecho, si bien en su papel en el remake de 'Hairspray' salió airoso.
Quizás ahí empezó el rito de iniciación al cine adulto, pero no fue hasta que Richard Linklater le fichó en 2008 para 'Orson Welles and me' que empezó a mostrar habilidad para algo más que aumentar los decibelios de griterío adolescente a niveles insoportables. Después llegaría 'Siempre a mi lado', un dramón de lágrima fácil con fantasmas, barcos y enamoramientos difíciles de explicar.
En efecto, el mismo Efron admite que su carrera está en un momento bisagra. El mismo ha reconocido que no acaba de gustarse a sí mismo, que quiere arriesgar más para respetarse. Después de películas románticas mainstream como 'Cuando te encuentre', Efron está dispuesto a meterse en terrenos farragosos, como el pantanal en que acaba nadando en 'The Paperboy'.
En la segunda película de Lee Daniels ('Precious'), director con inclinación a la truculencia y lo 'camp', ese vocablo americano que tan bien define lo excesivo y kistch, Efron se codea con un elenco que le obliga a estar a la altura: Nicole Kidman, Matthew McConaughey y John Cusack. La película viene con bautizo incluido: la secuencia en que Nicole Kidman orina sobre el personaje de Efron para, presuntamente, salvarlo de las picaduras de una medusa.
En 'The Paperboy', melodrama sureño con brotes de humor, cine negro y alta temperatura sexual, Efron asume el papel de un jovencito que se enamora fatalmente de una mujer desequilibrada y mayor que él. Son los años sesenta, en un sur marcado por el racismo, la desidia, la violencia y la corrupción, un periodista (Matthew McConaughey) regresa a su pueblo natal, en Florida, para investigar el caso de un hombre (John Cusack) que ha sido condenado a muerte por haber matado a un sheriff. Cuenta con la ayuda de su hermano (Zac Efron) y de una mujer (Nicole Kidman) que se ha enamorado del condenado sin haberlo visto. Represión sexual, familias desestructuradas y racismo se dan cita en un sur anegado por las apariencias y los pantanos morales.
Reacciones
La película, basada en una novela de Pete Dexter que estuvo en el punto de mira de Pedro Almodóvar durante mucho tiempo, ha estado marcada por una reacción crítica dividida desde su presentación en Cannes. De cualquier forma, para Efron se presenta como la primera gran oportunidad de desmarcarse del entretenimiento adolescente para entrar a jugar en las grandes ligas del cine adulto.
Entre los pasos siguientes del actor está 'At any price', junto a Dennis Quaid, que ya se presentó en el pasado Festival de Venecia, o 'Parkland', junto a Paul Giamatti o Jacki Weaver, y donde se mete en una trama que toca uno de los grandes capítulos americanos: la muerte de JFK. Efron mide su talla con actores de peso, aún en producciones medianas, esperando sacarse de encima el sambenito de haber sido el niño-producto objeto de deseo de la industria del entretenimiento adolescente.