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«Con Francisco, el mundo ya no acaba en Europa»
Los argentinos que ayer se acercaron a la Embajada destacan el compromiso del nuevo Papa con los pobres y ven en su elección un reconocimiento a América
MADRID. Actualizado: GuardarSorprendidos por la elección de Bergoglio como Papa. Orgullosos de que un compatriota suyo dirija la Iglesia y esperanzados con que Francisco acabe con las intrigas de la Curia y oriente los intereses del Vaticano hacia los fieles. Esos serían los deseos que mejor describirían el sentir de los argentinos tras la elección papal que ha sentado en la silla de Pedro por primera vez a un latinoamericano. Entre los argentinos que ayer se acercaron a la Embajada en España el tema de conversación era monográfico y animaba los aburridos quehaceres burocráticos.
Sí, era un día histórico, pero como no se cansaban de repetir, no solo para Argentina, sino para toda América Latina. «El mundo ya no acaba en Europa. El poder se ha traspasado a otras partes», explica Laura, una joven convencida de que esta designación abre una «nueva era» en la Iglesia. Y en el foco de todos está la denostada y desgastada Curia plagada de intrigas y ambiciones personales que los fieles perciben como causa, no solo de la renuncia de Benedicto XVI, sino de la pérdida de feligreses cada domingo en las iglesias. «El Vaticano puede que cambie su forma de estructurarse. Ahí está el reto, ver si Francisco es capaz de dar ese paso o no», expresa escéptica Laura.
En su mayoría coinciden en destacar el carácter humilde del nuevo pontífice y su compromiso por los más vulnerables. «Ha sido una decisión muy acertada. Es un Papa que estará muy en contacto con la gente necesitada como ha hecho en Buenos Aires estos años», destaca María. A pesar de residir desde 1961 en España, siente emoción al hablar de un pontífice argentino. Define a Francisco como «un hombre próximo al pueblo» mientras recuerda cómo en la capital argentina era habitual ver a Bergoglio tomar el metro o el autobús para moverse por la ciudad. «Para los argentinos fue una sorpresa, porque no solo no era uno de los favoritos, sin que nunca había habido un Papa sudamericano», expresó Leonardo, de visita a España con su familia. «Creo que es un poco de aire fresco», asegura.
Es evidente que si el objetivo de la Iglesia era ofrecer un mensaje de renovación con el nuevo Papa lo ha conseguido. El tiempo dirá si los hechos se corresponden con los deseos. «Bergoglio se mueve en las villas con los necesitados», afirma Hugo, un hombre de unos 60 años confiado en el giro que Francisco dará al Vaticano. «Creo que será positivo porque va a abrir un panorama a la Iglesia que ahora no tiene para que apunten en otra dirección. Ahora están con una visión muy ortodoxa con la que en vez de captar fieles, los fieles se le van», critica.
Relación con la dictadura
Uno de los puntos más grises de Bergoglio es su actuación en la etapa de la dictadura militar, a la que sus críticos le acusan de no haberse opuesto con dureza. El ahora Papa siempre ha negado cualquier connivencia con Videla y el resto de la cúpula golpista y ha asegurado que intercedió por liberar a algunos de los sacerdotes presos e incluso ayudó a escapar a otros perseguidos. «En una época en la que por pensar diferente se desaparecía, no sé si es para reprocharle tanto su silencio. Se jugaba la vida», trata de disculparle Leonardo, que se aproxima a la legación con dos grandes maletas que denotan la visita temporal a un familiar en España. El asunto de la dictadura es un punto negro que podría ensuciar la imagen del pontífice número 266.
Más duro se ha mostrado Bergoglio con el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner por la aprobación del matrimonio homosexual, que llegó a calificar como «movida del Diablo». Fue uno más de una serie de sonados enfrentamientos con los actuales dirigentes de su país. «En los encuentro con políticos siempre les ha dicho a la cara lo que piensa», esgrime Leonardo valorando su sinceridad.
Pero no todos comparten las mismas preocupaciones por el devenir de la Iglesia. «Ver un Papa tomando mate debe ser lo más», asegura una risueña Adriana. Esta joven prefiere tomárselo con algo más de humor: «Ahora seguro que lo que van a hacer es canonizar a Maradona para hacerlo santo en vida».