El deterioro irreversible tras la muerte
MADRID. Actualizado: GuardarLa posibilidad de embalsamar el cuerpo de Hugo Chávez está prácticamente descartada debido al tiempo pasado desde su muerte, como reconoció ayer Nicolás Maduro. Los signos de deterioro empiezan a ser visibles entre las 24 y las 48 horas posteriores al deceso y si se quiere conservar el cadáver el proceso debe efectuarse en ese período, mejor dentro del primer día. Según se deduce de las palabras de Maduro, no parece que se hayan tomado desde un principio medidas excepcionales para preservar el cuerpo de Chávez del deterioro natural. Transcurridos nueve días de su fallecimiento, si no se ha mantenido en neveras o lugares refrigerados, «empieza a desfigurarse porque ya tiene mucho gas abdominal y metano, y porque el globo ocular se licúa», explica el experto Josep María Sorigué a Europa Press.
Al embalsamar un cadáver se sustituye la sangre y los fluidos por líquidos conservantes que se administran a través de una vía intraarterial. La operación lleva entre hora y media y dos horas de trabajo, aunque en cuerpos a los que se ha practicado una autopsia el proceso se puede alargar hasta las cinco horas. Una vez embalsamado, el cuerpo sometido a esta técnica debe ser revisado periódicamente para efectuar retoques, y tiene que estar conservado en un lugar con un nivel de humedad y temperatura constantes.
En el caso de Chávez, es dudoso que su cuerpo esté en buenas condiciones para ser embalsamado. Este proceso podría aplicarse para detener el proceso de putrefacción, pero no para ser expuesto al público.