«Pero, ¿quién es?»
EL VATICANO. Actualizado: GuardarEl nuevo Papa se hizo esperar. Siguiendo el horario establecido, el sucesor de San Pedro debía haber asomado por el balcón de la Basílica de San Pedro a las 19.45 horas, cuarenta minutos después de la fumata blanca. Sin embargo, hasta las 20.08 no apareció Jorge Mario Bergoglio, y entonces, la sorpresa fue enorme. En todos los idiomas, la pregunta era la misma: «Pero, ¿quién es?». Y en cada grupo ayudaba a responderla un sacerdote de los muchos que ayer había en la plaza de San Pedro. «Es argentino y jesuita. Fue muy votado en el anterior cónclave, pero nadie esperaba que fuera elegido ahora», contaba el mexicano Luis Gómez.
Otro detalle de esta elección fue la irrupción de la tecnología. Cuatro pantallas gigantes instaladas en las esquinas ofrecieron a los asistentes imágenes del magno acontecimiento. Y cuando Francisco I apareció por fin en la ventana, miles de teléfonos móviles grabaron ese momento histórico. De hecho, muchos no pudieron aplaudir porque en sus manos tenían los 'smartphones', de manera que la ovación que recibió a Jorge Bergoglio no fue tan cerrada como en otras ocasiones, recordaba un romano que asistía por tercera vez al 'habemus papam'.
Antes, la hora transcurrida entre la fumata blanca y el momento del balcón estuvo protagonizada por la lluvia. O más que por la lluvia, por los paraguas. «¡Umbrelli, umbrelli!», gritaban quienes, desde el fondo de la plaza, no podían ver la fachada de la Basílica de San Pedro por los paraguas que algunos tenían abiertos. En un caso, los avisos, que no tenían mala intención, amenazaron con convertirse en disputa entre un grupo de españoles y otro de italianos. Los españoles no querían cerrar los paraguas, los italianos les conminaron a hacerlo en reiteradas ocasiones. Finalmente, la pequeña bronca se zanjó con un común «¡Viva el Papa!».
La ceremonia se vivió con emoción. El desfile de las diferentes bandas de música, que precedió a la salida al balcón de Francisco I, tuvo su instante cumbre cuando sonó el himno nacional italiano. Centenares de personas comenzaron a cantar el bello 'Fratelli de Italia' ante el respeto de los extranjeros.