Francisco I telefoneó anoche al Papa emérito Benedicto XVI

Llegó el relevo en la sede vacante y con él la deferencia hacia el antecesor. Según confirmó el portavoz vaticano, el padre Federico Lombardi, el nuevo Papa Francisco I telefoneó anoche al Papa emérito Benedicto XVI y le indicó que lo visitaría «en los próximos días». Un encuentro que no tendrá lugar en la residencia veraniega de Castelgandolfo, a 25 kilómetros al sur de Roma, sino en un convento del Vaticano en vía de reforma al que Benedicto XVI se trasladará una vez se inaugure el nuevo pontificado. Allí dejará de usar el anillo del Pescador, vestirá sotana blanca sin esclavina y calzará zapatos marrones.

En su despedida de los cardenales, Benedicto XVI prometió respeto incondicional y obediencia a su sustituto. Antes de abandonar, tuvo cierta consideración hacia el entonces cardenal argentino que hoy puede considerarse premonitoria. Cuando su renuncia todavía no era efectiva, le designó miembro de la Pontificia Comisión para América Latina. Todo un guiño intempestivo. Ahora el purpurado se ha convertido en el líder de la Iglesia católica y sus primeras palabras a los fieles incluyeron una oración dedicada al papa emérito.

El recuerdo de Benedicto XVI, que no participó en la elección de su sucesor ni hará lo propio en la misa de entronización, ha sobrevolado el cónclave, el primero que se celebra en siete siglos con el pontífice saliente en vida, lo que dará lugar a una situación peculiar.