El presidente encargado se reúne con la cúpula militar

Nicolás Maduro se reunió ayer con la cúpula castrense de Venezuela. El presidente encargado no acudió solo a su primera cita oficial con los uniformados. Lo acompañaron el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, militar con buenas relaciones con sus compañeros de armas, y el vicepresidente Jorge Arreaza.

Flanqueado por ellos y frente al ministro de la Defensa, Diego Molero Bellavia, el candidato del chavismo anunció la Misión Soldado Negro Primero. Maduro explicó que la reunión se planificó en cuanto fue juramentado el jueves pasado con el objetivo de cumplir con el deseo expresado por el «comandante eterno», estando aún en La Habana, para «proteger a todos los soldados de la patria, sus familias, desde el punto de vista social y humano, y para fortalecer la infraestructura y las condiciones de servicio de las Fuerzas Armadas».

Algunos medios antichavistas especulan con el enfrentamiento entre Cabello y Maduro. Si lo tienen, lo mantienen oculto. El presidente de la AN y vicepresidente del gubernamental Partido Socialista Unido de Venezuela también llamó a la unidad del chavismo. Pidió que los soldados lleven con orgullo el brazalete con la bandera tricolor, el mismo que fue utilizado por Chávez y Cabello cuando siendo jóvenes oficiales participaron en el fallido golpe de Estado de 1992 contra el entonces presidente Carlos Andrés Pérez. Tratando de evitar fisuras, también apareció Rafael Ramírez, importante ministro de Petróleo, cercano y leal al líder bolivariano y además, dueño del talonario de los petrodólares con los que se financian los programas sociales. Defendió a Maduro, afirmando que «no está tratando de imitar al presidente» y pidió al país que le dé tiempo para que «se desarrolle en esta nueva situación».