ESPAÑA

Agarrados al 'y tú más'

Gobierno y PSOE se reprochan en el Congreso los casos Bárcenas, Mato Blanco y Ponferrada, y resucitan hasta los GAL

MADRID. Actualizado: Guardar
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Gobierno y PSOE protagonizaron ayer una esteril sesión de control al Ejecutivo en el Congreso y transformaron la hora y media de debate en un recital del 'y tú más'. Los socialistas llegaron al pleno con la clara intención de atacar semana más al Ejecutivo en su punto político más débil, como es la trama 'Gürtel' y su derivada más explosiva para la dirección nacional del PP, el 'caso Bárcenas'. Insistieron en la idea del apagón informativo, de las «mentiras» del PP sobre sus lazos laborales con el extesorero, y en que la corrupción «ha paralizado» la gestión del Gobierno.

La portavoz socialista, Soraya Rodríguez, advirtió a la bancada popular de que no engaña a nadie con imágenes en las que el jefe del Ejecutivo y toda la cúpula del PP escenifican un cierre de filas con la secretaria general, Dolores de Cospedal. «Parecía la foto del pánico, del pánico que les provoca el señor Bárcenas», se regocijó. Los miembros del Ejecutivo, que saben que este escándalo es un pantano que no les conviene pisar, han optado desde hace semanas por esquivarlo con más o menos habilidad, aplicar la consigna del silencio e, incluso, emular al presidente del Gobierno, que no vocaliza el apellido del extesorero desde que el 16 de enero se supo que ocultó varias decenas de millones de euros en cuentas opacas en Suiza.

Contraataque

Ayer, además, gracias a los flancos políticos que el principal partido opositor ha dejado al descubierto en los últimos días, los ocupantes del banco azul ni siquiera se han molestado en defenderse de las acusaciones de corrupción, directamente han pasado al contraataque.

La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y dos de las ministras en horas más bajas, Ana Mato y Fátima Báñez, nada más oír la palabra Bárcenas se lanzaron al cuello de sus interlocutores socialistas para restregarles que tienen poco que aprender de quienes tienen el partido en plena crisis interna y a su líder cada día más cuestionado. «Ya se que tal como están les resulta exótico e inverosímil que un partido apoye a su secretaria general y a su presidente», contestó con sorna Santamaría al comentario de Rodríguez sobre Cospedal.

Las tres componentes del Consejo de Ministros se afanaron en recordar al PSOE que si hay que hablar de tribunales prefieren hacerlo del exministro José Blanco y en repetir que el verdadero escándalo político de los últimos días es la moción de censura de Ponferrada, en la que para descabalgar al alcalde del PP los socialistas se han apoyado en el voto de Ismael Álvarez, el exprimer edil popular condenado por acuso sexual en el 'caso Nevenka'.

Hasta la cuestionada Mato sacó pecho ante los reproches socialistas por sus vínculos con la trama Gürtel. «Ningún juez, ningún fiscal ni mis compañeros ni el presidente del Gobierno tienen ninguna duda sobre mi recto proceder», algo que no puede decir, por ejemplo, Blanco. Para que no faltase de nada, la titular de Empleo, cuando le reclamaron su dimisión por no investigar las posibles irregularidades laborales del PP en la gestión del finiquito del extesorero, dijo que ella no recurría a «atajos» y sacó a relucir los asesinatos de los GAL.