El alcalde de Ponferrada, Samuel Folgueral, a su llegada al congreso del PSOE Comarcal del Bierzo, celebrado ayer en Ponferrada. :: ANA F. BARREDO / EFE
ESPAÑA

El alcalde de Ponferrada elige irse del PSOE antes que obedecer a Rubalcaba

La ejecutiva de la agrupación local de León exige las cabezas de Óscar López y del secretario provincial

MADRID / VALLADOLID. Actualizado: Guardar
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No ha sido la solución más aseada para enmendar lo que en la propia dirección del PSOE califican de «grave error». Samuel Folgueral, alcalde socialista de Ponferrada entre el mediodia del viernes y primera hora de la tarde del domingo, sigue siendo alcalde de Ponferrada. Pero no es socialista. Tanto él como los siete concejales del partido prefiriron renunciar a las siglas con las que concurrieron a las eleccioes antes que acatar la orden directa de Alfredo Pérez Rubalcaba y dimitir. La resolución de este conflicto, que ha actuado como un 'tsunami' de efectos devastadores sobre la moral de la ejecutiva del PSOE, deja en una posición delicada al secretario general y a su número tres, Óscar López, que fue quien avaló personalmente la operación en contra, según él mismo se encargó de dejar claro este sábado, de su sucesor al frente del PSOE de Castilla y León, Julio Villarrubia.

El asunto de Ponferrada ha servido de colofón a quince días 'horribilis' para Rubalcaba justo cuando en su equipo pensaban que habían dejado atrás los conflictos que consumieron al partido en 2012 y se disponían a centrar sus esfuerzos en la puesta a punto de un proyecto «reformista», un nuevo discurso territorial, la renovación ideológica y cambios de estructura.

En medio mes, el enfrentamiento con el PSC, a cuenta de eso que los socialistas catalanes llaman el derecho a decidir; el órdago de los socialistas gallegos, decididos a consultar a la militancia sobre quién debe ser su próximo líder, y, ahora, la falta de sensibilidad ante una cuestión de principios, que afecta a la propia esencia del progresismo, han devuelto la inestabilidad a un ya de por sí capitidisminuido PSOE.

La dirección socialista trata ahora de hacer de la necesidad virtud. «Rubalcaba había dejado claro que no habría un alcalde socialista que hubiera sido elegido con el voto de un condenado por acoso sexual y así ha sido», dicen para dar por concluido el problema. Es cierto que la crisis de Ponferrada se saldó con una de las dos alternativas que ofreció el secretario general, la baja de Folgueral. Pero fuentes del partido admiten que este episodio puede tener aun serias repercusiones. Algunos 'barones' coinciden en que lo ocurrido agudiza la imagen de debilidad de la actual ejecutiva y que, en consecuencia, podría conducir a una revisión del calendario aprobado por el Comité Federal en enero y adelantar las primarias. Pero admiten que aún es pronto para tener claro el desarrollo que tendrán los acontecimientos.

Malestar interno

Sea como fuere, lo ocurrido tiene más alcance de lo que muchos jamás pensaron. Y la prueba está en el hecho de que la ejecutiva de la agrupación municipal de León, que reunió ayer a su permanente, decidiera enviar sendas cartas a Rubalcaba, a la número dos del PSOE, Elena Valenciano, y al secretario de Organización, en las que piden la cabeza de Óscar López y del secretario general provincial, Tino Rodríguez. «En una organización política como es el PSOE -argumentan- los errores de este calibre se subsanan con dimisiones».

A eso se unen los gritos vertidos por varios militantes que asistieron ayer al congreso comarcal del Bierzo, durante una intervención de Villarrubia. «¡El partido de los caciques!», «¡El pacto lo conocías todos!», «¡El que tiene que irse es Rubalcaba!», «¡Mentirosos! ¡Sinvergüenzas!»... «No es ninguna maniobra, ni ningún fraude del PSOE para quedarse con el Ayuntamiento de Ponferrada», trató de atemperar a su vez el secretario regioanl. «Este señor no pertenece ya al PSOE, no tiene ya el aval del partido», insistió.

El caso es que también Folgueral dio dimensión orgánica a todo lo ocurrido. «Se están debatiendo otras cuestiones de carácter interno que han coincidido con esta situación, que se ha frivolizado y sacado de contexto», adujo. Así, enmarcó el ultimátum de Rubalcaba en la batalla por liderar el PSOE e insistió en que la moción de censura había sido «comunicada» en tiempo y forma a todos los órganos del partido, también en Madrid.

El ya alcalde exsocialista justificó además su marcha del PSOE en la necesidad de «anteponer» los intereses de los ciudadanos a su posible carrera política en la organización. Pero además, otros afiliados al PSOE anunciaron que presentarán en las próximas horas su baja en el partido en «solidaridad» con el alcalde de Ponferrada y en señal de protesta por las formas utilizadas por la dirección nacional ante un asunto que se conocía desde el pasado mes de febrero.