Economia

IAG acepta la propuesta del mediador de rebajar a 3.141 los despidos en Iberia

Los sindicatos deciden hoy si se adhieren a los términos de la mediación, lo que paralizaría el ERE y pondría fin a la huelga

MADRID. Actualizado: Guardar
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El conflicto de Iberia puede haber entrado en fase de resolución, después de que el consejo de administración de International Airlines Group (IAG) decidiera ayer aceptar la propuesta del mediador, que entre otras medidas plantea rebajar a 3.140 los despidos en la aerolínea. La pelota está ahora en el tejado de los sindicatos, que deberán decidir hoy mismo si se adhieren a los términos de la mediación. De ser así, se paralizaría el ERE planteado por la empresa, cuyo periodo de consultas termina este jueves. De forma paralela, los sindicatos desconvocarían una huelga que ya suma diez jornadas de paro y que, en caso contrario, se reanudaría el próximo 18 de marzo.

Ambas partes estaban (y siguen estando) citadas a una reunión con el mediador, el catedrático Gregorio Tudela, que tendrá lugar hoy por la mañana en el rectorado de la Universidad Autónoma de Madrid. Es la última oportunidad para lograr un consenso, después de que la reunión del pasado jueves se cerrara sin acuerdo alguno. En aquella cita, tanto IAG (la empresa matriz de Iberia) como los representantes sindicales solicitaron al mediador la aclaración de una serie de cuestiones.

El día anterior, Tudela había presentado una propuesta que rebajaba en 666 los despidos planteados por la compañía: de 3.807 a 3.141. La mayor parte de esas salidas afectaría al personal de tierra, con un total de 2.256. De ellas, 438 corresponderían a los trabajadores de mantenimiento, y 389 a los de la red nacional de aeropuertos, aunque en Barajas también se produciría un ajuste significativo de 298 personas. Respecto al los tripulantes de cabina, verían reducida su plantilla en 627 efectivos, por 258 de los pilotos. El plan del mediador contempla además un ajuste salarial del 14% para pilotos y tripulantes de cabina, y del 7% para el personal de tierra. Además, se congelaría la antigüedad de los trabajadores durante el periodo 2013-2015, se anularía la cláusula de revisión salarial de 2012 y se reducirían un 5% las aportaciones al Fondo Mutual.

Tudela también aconseja aplicar a los despidos las condiciones del ERE que ya está en vigor en la empresa desde el año 2001, y que favorece las prejubilaciones y las bajas incentivadas con indemnizaciones superiores a las que fija la reforma laboral. En el expediente de regulación presentado por Iberia, las condiciones son mucho más leoninas, ya que se ofrece lo que marca la ley: tras la última reforma laboral, 20 días por año trabajado hasta un máximo de doce mensualidades. También se insta a las partes a acordar, en el plazo de un mes, distintas medidas para incrementar la productividad, como aumentar las horas de vuelo, eliminar las reducciones de jornada por antigüedad y las libranzas. Estas propuestas deben ser bien aceptadas, bien rechazadas, en su conjunto, sin posibilidad de enmienda.

Su asunción por ambas partes tendría dos consecuencias inmediatas. La empresa debería retirar tanto el ERE que presentó el pasado día 12 de febrero como el procedimiento de descuelgue de los convenios colectivos.

Por su parte, los trabajadores se verían obligados a desconvocar una huelga que suma ya 10 jornadas (no consecutivas) y que ha afectado a miles de vuelos y a decenas de miles de pasajeros.

Poco margen de maniobra

Los sindicatos tienen muy poco margen de maniobra, puesto que hoy mismo, a primera hora, comienza la reunión en la que deberán dejar clara su postura. El acuerdo no se antoja fácil teniendo en cuenta la variedad de sectores afectados (pilotos, personal de tierra y tripulantes de cabina), con representaciones sindicales muy dispares.

El anuncio del consejo de administración de IAG, comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a las ocho de la tarde mediante un hecho relevante, pilló con el paso cambiado a los sindicatos, que evitaron pronunciarse sobre su decisión final. De no haber consenso, la empresa seguiría adelante con su planteamiento del ERE y los sindicatos responderían a los despidos con más huelga.