Maduro ya prepara la batalla electoral
El Gobierno pide una convocatoria urgente a las urnas y el 14 de abril se perfila como la fecha más probable
LA HABANA. Actualizado: GuardarHugo Chávez continúa de cuerpo presente pero Venezuela avanza ya en una nueva etapa con el Gobierno del 'presidente encargado', Nicolás Maduro. Después de jurar el cargo la noche del jueves (madrugada avanzada en España), el mandatario tomó sus dos primeras decisiones: pedir la convocatoria urgente de elecciones y nombrar a Jorge Arreaza, ministro de Ciencia y Tecnología y yerno del fallecido líder, como primer vicepresidente. El país espera que el Consejo Nacional Electoral (CNE) anuncie de un momento a otro la fecha de los comicios. Según anticipan fuentes no oficiales del organismo, los venezolanos acudirán a votar el domingo 14 de abril. Sería sólo un día después de una fecha simbólica para el oficialismo, que conmemora el 13 de abril la vuelta de Chávez al poder después del efímero golpe de Estado que quiso apartarlo del Gobierno en 1992.
La de ayer fue una jornada relativamente tranquila para Maduro. Recibió a la delegación china presente en el funeral del viernes, pero la inmensa mayoría de los más de 30 jefes de Estado que asistieron al acto ya habían abandonado Caracas. El presidente venezolano compensaba así un día anterior interminable. Como buen discípulo del fundador del chavismo, pronunció tres emotivos pero encendidos discursos en pocas horas. El primero, desgarrado y casi llorando durante el funeral: «Comandante, no pudieron contigo y no podrán con nosotros». Horas después hablaba en la Asamblea Nacional (AN) después de jurar la Presidencia. El acto se había previsto en la misma capilla ardiente pero la cantidad de personas que querían presenciarlo aconsejó trasladarlo a la sede parlamentaria.
El encargado de colocarle a Maduro la banda presidencial fue el presidente del legislativo, Diosdado Cabello. Ambos aprovecharon una nueva ocasión de escenificar la unidad de partido gobernante. Ante su compañero de filas y una abarrotada sala, el pesidente juró «en nombre de la lealtad más absoluta al comandante Hugo Chávez que cumpliremos la Constitución con la mano dura de un pueblo dispuesto a ser libre».
Las primeras palabras de Maduro como 'presidente encargado' le llevaron a afirmar emocionado que «esta banda le pertenece a Hugo Chávez», en un acto constitucional al que el líder bolivariano tuvo que faltar el 10 de enero. Maduro, exsindicalista de 50 años, presidió la Asamblea Nacional y fue ministro de Asuntos Exteriores antes de ser nombrado vicepresidente -en sustitución del ahora canciller, Elías Jaua- después del triunfo electoral del 7 de octubre.
Después de asumir los símbolos del poder, el presidente quiso destacar que no ha llegado al cargo «por ambición personal». Chávez lo eligió para sucederle. Lo dijo alto y fuerte en la que ya se ha convertido en su última comparecencia pública, el 8 de diciembre, cuando anunció que debía someterse a una cuarta operación contra el cáncer en Cuba. En aquel momento sonó a despedida y así ha sido.
Pero sus más cercanos colaboradores ya sabían que comenzaba una etapa difícil y que quizá no volvería, aunque hasta poco antes de su muerte nunca admitieron la gravedad de su estado. El viernes, en varias ocasiones, el heredero recordó cómo el mito venezolano y latinoamericano les dijo que tenía la «intuición» de que el dolor en la rodilla que sentía iba a ser mucho peor de lo que podía pensarse. Una enfermedad «muy extraña», según Maduro, en velada alusión a la teoría de la conspiración que él mismo alentó unas horas antes de anunciar la muerte de Chávez.
En su intervención, Maduro mencionó constantemente a Chávez y su obra. Los presentes, salvo los 67 diputados de la oposición -menos tres suplentes- que se ausentaron, lo interrumpían con aplausos y gritos de «Chávez no murió, se multiplicó» y «Chávez, te juro, mi voto es pa'Maduro». Al concluir su discurso improvisado se sentó en lo alto de la tribuna, codo con codo con Cabello, quien acusó a la oposición de burlarse del deseo expresado por el pueblo en la consigna «Chávez, al Panteón al lado de Simón» (Bolívar). El militar advirtió: «Nosotros no hablamos mucho, pero cuando digo que estamos dispuestos a lo que sea, es a lo que sea por nuestro comandante». «Y si la oposición quiere chillar, que chille, no nos importa».
Casi a las diez de la noche, hora local, la comitiva volvió a Fuerte Tiuna. Allí, más en 'petit comité' ante los restos de Chávez, Maduro repitió juramento ante el ya vicepresidente Arreaza. «Lo juro como le juré al comandante en sus últimos minutos y segundos de vida, cuando le pedí que se fuera tranquilo y le prometí, en nombre de todo un pueblo, que nosotros culminaríamos la lucha del Libertador Simón Bolívar», aseguró.
En este ambiente de calor emocional, la carrera electoral está en marcha. «Desde ya nos vamos pa' la calle a construir la fuerza que dé continuidad a la revolución bolivariana», arengó el presidente.