Cospedal rebaja la beligerancia contra Bárcenas y pide cohesión al PP
La secretaria general aboga ahora por dejar atrás «dimes y diretes» para centrar los esfuerzos en la salida de la crisis económica
MADRID. Actualizado: GuardarNo ha vuelto a pronunciar palabra sobre el 'caso Bárcenas' desde que, hace dos semanas, se enredó con aquello del «pago en diferido» de un finiquito como contrato «simulado» para explicar el tipo de relación laboral que había mantenido el PP con su extesorero en los últimos dos años. Y tampoco lo hizo ayer. María Dolores de Cospedal aprovechó, sin embargo, un acto organizado por su partido bajo el lema 'Juntos salimos ' (de la crisis económica, se entiende) para reclamar cohesión en un momento en el que las tensiones internas son más que palpables.
Nunca, desde la guerra abierta tras la segunda derrota de Mariano Rajoy contra José Luis Rodríguez Zapatero en las elecciones de 2008, se había vivido en el Partido Popular semejante clima de desconfianza como ahora. Y la causa está en el daño provocado por los papeles de Luis Bárcenas, en los que supuestamente se recogen pagos en B a dirigentes de la formación hasta 2009, y en las discrepancias sobre el modo más adecuado de hacerles frente.
Apenas tres días después de que el PP anunciara la presentación de una demanda descafeinada en la que evita actuar de manera directa contra el antiguo responsable de sus finanzas -algo menos contundente de lo que en un primer momento se había dado a entender y de lo que, según fuentes del partido, habría deseado la propia secretaria general-, Cospedal defendió que hay que ir a «la profundidad» de las cosas y que «lo importante ahora es salir de la crisis».
«Todo lo demás -dijo- son tonterías, no tiene importancia, y vamos a luchar contra aquellos que no quieren hacer las cosas bien y contra aquellos que tienen comportamientos reprochables o que nos repugnan, con la cabeza muy alta». Fue un modo de asumir el lenguaje y la forma de proceder de Mariano Rajoy, que ya pidió a los suyos hace días que no entraran en «juegos y enredos». Ella, en una reproducción bastante fiel de aquellas palabras, habló de «dimes y diretes» que «en la mayoría de los casos no son ni siquiera verdad».
Con su intervención, Cospedal trató de echar un claro manto de arena sobre los rumores que hablan de críticas hacia su gestión, después de un mes caótico que empezó con discusiones sobre el grado de beligerancia que había que adoptar frente Bárcenas, siguió con la demanda que en solitario acabó presentando la propia secretaria general contra el extesorero, y continuó con los 'ataques' del imputado en el 'caso Gürtel' en forma de denuncias por despido improcedente, robo de ordenadores y, por último, maltrato laboral.
En la escenificación de esta paz interna estuvo la cúpula del partido (no Rajoy, que estaba «gobernando»). Sin embargo, no todos hablaron. Lo hicieron el vicesecretario general de Organización electoral, Carlos Floriano, y el de Estudios y Programas, Esteban González Pons, pero no el de Política Autonómica y municipal, Javier Arenas, con el que Cospedal tiene escasa sintonía.
Salir a la calle
Los anteriores coindieron con la número dos del partido en que «ahora más que nunca» el PP tiene que «reaccionar» ante la desconfianza que se ha instalado entre los ciudadanos hacia la politica. «Hay que recuperar la grandeza de la política... hay que debatir, que contrastar y que recabar la opinión de los ciudadanos», dijo.
No es nuevo eso de que los partidos políticos afirmen que han entendido el mensaje y que están dispuestos a cambiar. «Es difícil porque hoy hay mucha gente que quiere hacer de la calle la radicalidad, pero nosotros tenemos que salir», insistió Cospedal.
A su juicio, en todo caso, lo que de verdad quieren los españoles es una mejora de la economía, salir del bache y encontrar empleo. Esa, dijo, es la prioridad por encima de cualquier otra. «Necesitamos un partido muy fuerte y muy en la calle para ser el mejor sostén del Gobierno», concluyó.
Mañana, llegará el segundo acto de esta obra. Cospedal pronunciará una conferencia en Madrid a la que ya han anunciado asistencia Mariano Rajoy, que se encargará de presentarla, y otros cinco ministros, entre ellos, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y el titular de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón; Interior, además de gran parte de la dirección de la formación.