Un «chute de altos vuelos» para una loca tripulación
MADRID. Actualizado: GuardarUn avión al borde de la catástrofe sobrevuela una España en un estado parecido. A bordo, en primera clase, una troupe delirante, que incluye a un banquero estafador de una caja de ahorros (José Luis Torrijo), a una chantajista del mundo de la farándula (Cecilia Roth), a una bruja virgen (Lola Dueñas), a un galán de telenovela venido a menos (Guillermo Toledo) o a una pareja de recién casados (Miguel Ángel Silvestre y Laya Martí), entre otros, se entregará a la catarsis que les pone en bandeja un trío de azafatos gays, histriónicos y adictos a los psicotrópicos.
La tripulación que ha reunido Almodóvar para su viaje de regreso a la comedia compone un auténtico circo de fieras de la interpretación. «A Pedro se le notaban muchas ganas de hacer una comedia loca. Estaba feliz y eso nos lo ha transmitido a todos», cuenta Lola Dueñas del film que se estrena mañana.
«Este papel lo tiene todo, todos los registros. Pedro ya me había dicho que era un papelón», dice de Bruna, la pitonisa virgen que entrega algunos de los mejores momentos cómicos de la última boutade almodovariana, con permiso de los tres azafatos. Porque el trío compuesto por Carlos Areces, Javier Cámara y Raúl Arévalo se llevan, sin duda, la palma. «Somos terapéuticos, somos calmantes, efervescentes, somos pastillas. Nos cabe desde Olga Ramos a Bárbara Rey, un dj o Paquirrín. Nos cabe todo», afina Cámara, entregado al humor absurdo con sus compañeros de viaje. «Somos como los azafatos de Ryan Air pero un poco más allá», precisa Arévalo. «Somos un chute de altos vuelos», zanja Areces.