PAN Y CIRCO

A SALVAR LA CATEGORÍA

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Resulta una obviedad pero conviene recordarlo. El único objetivo esta temporada es salvar la categoría. Es cierto que algunos, por primera vez, hicimos cuentas en el descanso ante el Sevilla Atlético, pero la realidad nos devolvió a esa mediocridad en la que anda el Cádiz esta campaña. Todos los adjetivos negativos están agotados. Es difícil ser original a la hora de calificar esta temporada. No se puede decir nada que no se haya dicho ya. Esto es un horror. Ni el mercado invernal, ni la llegada de Agné, han servido para revitalizar en exceso al equipo. El Cádiz está mejor que hace dos meses, pero no mucho más. El agravante es que se ha cambiado de entrenador y que han llegado varios fichajes que aunque han subido el nivel no es suficiente. Detecto que Raúl Agné lanza balones fuera. Alude a la poca calidad del equipo, la inexperiencia, el tema mental y los errores individuales. Asegura además que nunca será el equipo que el pretende. Mal. No debemos confundir esa vehemencia a la hora de hablar, incluso la franqueza si me apuran, con condenar al grupo públicamente para salvarse. Es cierto que el entrenador no miente. Pero con él en el banquillo han llegado muchos fichajes, un equipo casi nuevo y todos con su consentimiento. Además supongo que como cualquier profesional sabía a donde venía y qué se iba a encontrar. Esas quejas hay que decirlas dentro porque haciendo esa denuncia pública corres el riesgo de fracturar el vestuario. No consiste en señalar a un culpable por delante de otro dentro del grupo, porque además esto resta confianza a sus poco experimentados jugadores. Creo en la capacidad de Agné como entrenador pero entiendo que estas cosas sobran. Es evidente que Manzano y Gaucci son los primero y últimos responsables de este desaguisado pero no obviemos lo demás.

Ahora toca pensar únicamente en salvar el partido de Cartagena como sea. En no hundir la cara en el descenso y al menos tener un final de temporada tranquilo. En eso al menos sí confío.