ESPAÑA

El 'hacker' de Nóos afirmó que aun cobraba de «fondos reservados»

El Gobierno asegura que desde 2008 no tiene relación con Bevilacqua y el abogado del duque admite que le contrató

MADRID. Actualizado: Guardar
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El caso del 'hacker' que se hizo con cerca de 30.000 correos electrónicos del Instituto Nóos sigue envuelto en más sombras que luces. Según fuentes de la investigación, el informático argentino Matías Bevilacqua Trobado, cuando fue detenido el pasado mayo en el marco de la 'operación Pitiusa', en la que se desarticuló una trama de espionaje ilegal, afirmó que hasta entonces seguía cobrando del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) a través de «fondos reservados». Es más, que los 140.000 euros que los agentes del Cuerpo Nacional de Policía encontraron en una caja fuerte de su oficina eran parte de ese sueldo, tras dejar de estar en nómina meses antes de los servicios secretos españoles.

De ser cierta esa versión, el 'hacker' se habría hecho con los comprometedores emails que señalan las supuestas gestiones de la Casa Real en el 'caso Nóos' mientras trabajaba aún para el CNI. Sin embargo, esta versión fue desmentida por el ministro de Defensa, Pedro Morenés, quien ayer reconoció que Bevilacqua efectivamente trabajó para el CNI, aunque nunca fue miembro de 'La Casa' y que, en cualquier caso, su relación con el CNI acabó en 2008. Según diversas fuentes, el técnico argentino fue profesor en varios cursos informáticos en la sede de los servicios secretos.

Trabajo

El 'hacker', a pesar de asegurar que seguía vinculado con el CNI, explicó a los agentes que los 30.000 mails que le fueron incautados en una memoria se los había facilitado el abogado de Iñaki Urdangarin, Mario Pascual Vives, pero solo para organizarlos por fechas y contenidos y que por ese trabajo habría recibido 7.000 euros, cifra exorbitada según fuentes del sector.

Sin embargo, explican los investigadores, esa versión presenta una laguna seria: a las partes personadas en el 'caso Nóos' no se le han facilitado ni siquiera la mitad de esos correos, por lo que difícilmente Pascual Vives podría habérselos entregado. La mayoría de esos mails, apuntaron estas mismas fuentes, no están en el sumario y proceden del servidor de despacho Medina Tejeiro, donde trabajan los cuñados de Diego Torres, el exsocio de Urdangarin y ahora enemigo acérrimo del duque.

Para complicar aún más este enredo, el letrado del duque admitió ayer que, efectivamente, contrató a la empresa del supuesto espía detenido, CFLabs, hace un año, después de que Torres amenazara con airear los correos, aunque solo para «que pusiera en orden los mails» que recibió del Juzgado de Instrucción 3 de Palma.