El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, durante su intervención ayer en un desayuno informativo. :: JUAN CARLOS HIDALGO / EFE
Economia

Goirigolzarri prevé la privatización de Bankia, «trozo a trozo», desde 2014Empleo pide «prudencia» en las indemnizaciones

El ministro de Economía asegura que no se puede «malvender» Catalunya Banc para justificar la suspensión de la subasta

MADRID. Actualizado: Guardar
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Sacar a flote la banca nacionalizada llevará su tiempo. Optimista, el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, apuntó ayer su propósito de privatizar la entidad a partir de 2014 y de hacerlo «trozo a trozo», en un proceso similar al tradicional en la empresa pública española, el que se siguió con Telefónica, por ejemplo. La colocación se produciría «primero entre inversores institucionales, y luego entre minoristas», detalló el primer ejecutivo de la entidad bancaria. Todo ello con el objetivo de que los contribuyentes puedan recuperar el dinero aportado. Además de las ventas en Bolsa, también confía en el reparto de dividendos. Reconoció, no obstante, que las medidas y la estrategia para proceder a este reintegro las determinará el accionista, es decir, el Estado.

Bankia tendrá que superar antes escollos como el ajuste del valor de las acciones, en una depreciación que podría recortar el nominal de los títulos, 2 euros en la colocación, hasta dejarlo en torno a un céntimo, admitió. Lo impone Bruselas, lo mismo que los límites al precio de conversión de las participaciones preferentes, porque han sido los socios comunitarios los que han aportado multimillonarias ayudas.

Propietarios de preferentes recibieron con protestas a Goirigolzarri, a su llegada a un encuentro informativo organizado por Europa Press en un hotel madrileño, y le reclamaron la devolución de su dinero. El presidente de la entidad aclaró después que no eran de su agrado estos recortes, pero añadió que, sin la recapitalización procedente de la asistencia financiera, acciones y participaciones hoy valdrían cero.

Goirigolzarri, defensor a ultranza del plan de ajuste laboral pactado con los sindicatos, que supone la salida negociada de 4.500 trabajadores, mantiene que no solo quienes han perdido su puesto, sino también los que conservan el empleo están realizando sacrificios. Su propio sueldo, recordó, está limitado a una retribución fija de 500.000 euros. Y aunque puede cobrar un variable de hasta el 50% de esa cantidad, comentó que ha renunciado a percibir este complemento en el actual y el pasado ejercicio. La plantilla no va a cobrar este tipo de incentivos, en años que se han saldado con 19.193 millones de pérdidas (2012) y en que se prevé alcanzar un beneficio de 800 millones (2013).

El presidente de Bankia no ve en el horizonte una integración con Catalunya Banc. Aunque se curó en salud al afirmar que una decisión de ese tipo no es de su competencia, el plan de reestructuración de Bankia, vigente hasta 2017, le prohíbe adquirir otras entidades, lo que a priori impediría la integración de CatalunyaBanc, cuyo proceso de venta ha sido suspendido por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) por falta de interés de la banca sana. Las entidades que inicualmente mostraron su interés por participar en la subasta se fueron descolgando. Otras operaciones de este tipo, evocaron, se han llevado a cabo con el apoyo de un esquema de protección de activos, o cobertura de pérdidas que pudieran aflorar en el futuro. «Catalunya Banc es una entidad extremadamente solvente después de la inyección de capital, con muchísima liquidez, y lógicamente el planteamiento del FROB es que no se pueden malvender este tipo de instituciones», justificó el ministro de Economía, Luis de Guindos, al ser preguntado por el fracaso de la subasta.

De Guindos salió en defensa de la entidad. «Es una institución que tiene mucho valor y estoy convencido de que en los próximos trimestres, en el futuro próximo, teniendo en cuenta todas las opciones que tiene abiertas el FROB, Catalunya Banc tendrá una valoración muy adecuada», dijo. Es voluntad del accionista, es decir, del Estado, «maximizar su valor», ratificó. En su rechazo a 'malvender Catalunya Banc', el Ejecutivo de Mariano Rajoy ha encontrado apoyos previsibles, como el del Gobierno de Cataluña.

Otras fuerzas políticas alimentan la idea de que las nacionalizaciones permitan reconstruir una banca pública. El portavoz de IU en el Congreso, José Luis Centella, advirtió de que su formación se va a «oponer a que se venda Bankia trozo a trozo» y pidió al Gobierno que ponga al frente de la entidad a «alguien que crea en la banca pública».

La secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo, reclamó ayer «prudencia» y «sensatez» a las entidades financieras que han recibido ayudas públicas cuando fijen las indemnizaciones por despido de sus trabajadores. En las negociaciones con los sindicatos, las entidades nacionalizadas han ofrecido condiciones superiores a las que establece la reforma laboral (20 días por año trabajado hasta un máximo de 12 mensualidades).

Por ejemplo, Bankia y Novagalicia Banco han acordado indemnizaciones de hasta 30 días por año y 22 mensualidades. Hidalgo dijo que cuando se paga con dinero público «hay que ser cuidadosos», pero también matizó que la reforma laboral solo establece «unos mínimos» y que lo más importante es lograr un acuerdo.