La llegada de los papeles a la Audiencia, el peor escenario del PP
MADRID. Actualizado: GuardarEl peor escenario judicial posible para la dirección nacional del Partido Popular se consumó este viernes con la llegada de los papeles secretos de Luis Bárcenas a la Audiencia Nacional. Era una hipótesis factible que, tarde o temprano, el juez Pablo Ruz aceptase investigar la supuesta contabilidad B que manejaba el extesorero, pero mientras el asunto dormía en manos de la Fiscalía Anticorrupción en Génova 13 respiraban con cierta tranquilidad. Hasta ahora.
La decisión del juez de preguntar a la Policía por los vínculos entre los cuadernos de Bárcenas, registrados ante notario en diciembre, y la trama 'Gürtel' abre la vía para investigar los supuestos sobresueldos a la cúpula del partido y las donaciones irregulares de empresarios.
En suma, en un mes exacto se ha pasado de los «papeles aprócrifos» de Rajoy a los primeros visos de realidad de los documentos. Solo falta que la UDEF, tal y como parece evidente, certifique la conexión entre los imputados de la trama 'Gürtel' y los pagos anotados en el cuaderno secreto de Bárcenas. A vuelapluma hay tres vínculos claros: Pablo Crespo, la empresa valenciana Sedesa y el constructor Alfonso García Pozuelo.
Gómez Bermúdez
Mientras la diligencia sigue su curso y el juez Ruz permanece a la espera, hay otro instructor de la Audiencia Nacional que mira de reojo los movimientos de su compañero. Se trata de Javier Gómez Bermúdez. El juez tramita la querella presentado el jueves por Izquierda Unida y otros tres colectivos contra las personas que aparecen en los papeles del extesorero publicados por 'El País'.
Gómez Bermúdez, poco amigo de algunos dirigentes populares, decidió este viernes incoar diligencias previas y preguntó a la Fiscalía de la Audiencia Nacional sobre su competencia. Es decir, seguirá adelante con la tramitación de la denuncia y podría, incluso, admitirla a trámite mientras Ruz no tome una decisión definitiva sobre la asunción de la investigación.
En cualquier caso, de lo que no cabe duda es que la causa que está a punto de abrirse en la Audiencia Nacional marcaría la agenda del Gobierno en lo que queda de legislatura, por muchos paños calientes que se pongan desde Génova. Y ese, y no otro, es el peor escenario al que se enfrenta la dirección nacional del PP.