Peña Nieto convierte a la 'Maestra' en un símbolo de su lucha contra la corrupción

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, prometió en su acto de investidura que perseguiría la corrupción y ha cumplido la promesa. Nada más producirse el arresto de la ya expresidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, el mandatario se reunió con los gobernadores para abordar el tema de la educación y posteriormente compareció por televisión durante tres minutos para defender el proceso abierto por la Fiscalía y advertir a los mexicanos que el caso se llevará «hasta sus últimas consecuencias». En su dicurso, el presidente no mencionó a la 'Maestra' expresamente, detenida junto a otras tres personas por apoderarse ilícitamente de los fondos del sindicato.

Recordó, sin embargo, que su «compromiso y obligación» era «cumplir y hacer cumplir la ley, que nos obliga a todos por igual y nadie puede estar por encima de ella». El mandatario también defendió el proceso iniciado por el Procurador General de la República (PGR) tras la «investigación que hace presumible la comisión de diversos delitos del fuero federal y deberá continuar hasta sus últimas consecuencias, siempre con estricto apego a derecho».

Con su intervención se anticipaba al presumible debate sobre el regreso del presidencialismo a México. La actuación de la Fiscalía fue muy discreta y logró mantener la investigación sin filtraciones. Pero no faltará quien sostenga que es una represalia porque Gordillo era una de las más duras opositoras a la Ley Reglamentaria de la Reforma Educativa.

Con la lideresa tras las rejas, el gremio se apresuró a elegir un sustituto; Juan Díaz de la Torre, el brazo derecho de la dirigente con poder como para poner y quitar presidentes. En sus primeras declaraciones se mostró conciliador y aseguró que apoyarán la reforma.