Las insignias de Sancti Petri marcan el Día de Andalucía
Antonia Butrón, el Banco de Alimentos de Cádiz y Francisco Rodríguez son reconocidos por ser una referencia para los chiclaneros
CHICLANA. Actualizado: GuardarComo cada 28 de febrero, día para conmemorar el referéndum que dio autonomía plena a la comunidad andaluza, el Teatro Moderno acogió el acto con el que la ciudad chiclanera rinde homenaje al Día de Andalucía. Para ello, la banda municipal de música Maestro Enrique Montero abrió la celebración con la interpretación de los himnos.
Después fueron los cuatro portavoces de los grupos políticos de la corporación los que aportaron unas palabras sobre la festividad. Marisol Ayala (PVRE), se centró más en los aspectos históricos del 28 F, mientras que la mayoría habló de la actual situación que atraviesa la ciudadanía, aunque con distintos matices. Por un lado, Ana Rodríguez (IU) afirmó que el poder de luchar y cambiar algunas cosas reside en el pueblo; por otro, José María Román (PSOE) comentó varias ideas de su partido para dar soluciones a Chiclana. En último lugar, Andrés Núñez (PP), llamó al consenso entre políticos para salir de la crisis.
En lo que sí coincidieron los cuatro portavoces fue en dar la enhorabuena a los galardonados con la insignia de oro de Sancti Petri por su ejemplar trayectoria y ser referentes en Chiclana. Como ya se anunció hace una semana, los merecedores de este reconocimiento han sido el arquitecto Francisco Rodríguez, la emprendedora Antonia Butrón y el Banco de Alimentos de Cádiz.
La primera en recoger la insignia fue Antonia Butrón, por más de medio siglo trabajando en obradores, una trayectoria que la han llevado a posicionarse en un nuevo sector de este negocio, la empanadería, de la que es referente en la provincia de Cádiz.
Después la recogió Francisco Rodríguez, arquitecto con más de 1.000 proyectos a sus espaldas, la mayoría desarrollados en su Chiclana natal y a la que volvió tras una exitosa carrera profesional para ejercer su profesión por cuenta propia hasta su jubilación.
Por último, el Banco de Alimentos de Cádiz, que ha pasado en los últimos tiempos a obtener protagonismo puesto que en 2012 repartió en la ciudad cerca de 80.500 kilos de alimentos, que han supuesto un auxilio para más de 2.300 familias en precaria situación.
Para cerrar el acto, el alcalde, Ernesto Marín, se refirió al Día de Andalucía como una jornada para «conmemorar la autonomía y reconocer el compromiso y esfuerzo de los galardonados por contribuir a realzar la historia de su pueblo». También se refirió a la difícil situación actual y afirmó que, más que nunca, «es un día de reflexión serena para hablar con valentía y afrontar nuevos retos».
El portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento afirmó que un 28 de febrero «es fácil utilizar a Andalucía como un pretexto para lanzar mensajes políticos», por eso prefirió hablar en su discurso de «aunar esfuerzos abandonando intereses políticos y remar juntos» para atajar la actual dura situación que vive la población porque «el tiempo que se emplea en culpar a otro, se pierde en buscar soluciones».
El líder socialista se refirió a las manifestaciones que años atrás reclamaban autonomía para Andalucía «y que ahora son por la supervivencia». Junto a esto, mencionó las negativas previsiones económicas para el próximo año y reivindicó «acciones para las personas». Asimismo se refirió a varias propuestas socialistas en el ámbito municipal como «nuevos planteamientos».
En su discurso sobre la conmemoración del 28 de febrero, Marisol Ayala hizo un repaso por los grandes movimientos históricos de la lucha por la autonomía, recordando incluso la figura de García Caparrós, «que murió por movilizarse pacíficamente». De todo ello concluyó que a pesar de ser una de las comunidades más castigadas, «existen ejemplos positivos que arrojan esperanza, gracias a personas que no se resignan».
La portavoz municipal de IU habló de la política como una «herramienta maravillosa para gestionar el bien común o algo despreciable», refiriéndose a primar los intereses económicos que los de las personas. Por eso hizo hincapié en la necesidad de una «fuerza común» de la ciudadanía porque «el poder de exigir y cambiar lo tenemos todos», a pesar de la situación de muchas familias que les obliga a centrarse en sobrevivir.