Grillo agrava el caos político en Italia

La desesperación del ganador que se sabe derrotado valdría para resumir el insólito panorama en el que la política italiana se debate en un callejón sin salida. Apenas unas horas perduró en Pierluigi Bersani, el líder del Partido Demócrata y candidato de la coalición más votada, la esperanza de salir a flote agarrado al partido que cuestionó duramente hace apenas unos días. Pero el Movimiento 5 Estrellas (M5S) de Beppe Grillo presumió ayer de buena memoria y devolvió el guante lanzado con un incendiario jarro de agua fría. «Bersani, un muerto que habla», fue el título de la entrada que dedicó en su blog el cómico televisivo al político de centroizquierda. Toda una evidencia de que el fantasma de la ingobernabilidad está más vivo que nunca.

Además de dejar claro de que no dará «ningún voto de confianza» ni al PD ni a ningún partido, Grillo se mostró especialmente enfurecido con Bersani, a quien acusó de ser «un acosador político». «Desde hace días está importunando al M5S con propuestas indecentes, en lugar de dimitir, como haría cualquier otro. Ha conseguido incluso perder ganando», aseguró. Tampoco se dejó en el tintero su resentimiento por los ataques recibidos durante la campaña por el dirigente que ahora le hace guiños para gobernar juntos y, sin embargo, le acusó recientemente de ser «poco democrático». «Ahora tiene la arrogancia de pedir nuestro apoyo», arremetió, al tiempo que recordó que el centroizquierda no tuvo ningún reparo en apoyar las «cerdadas» de austeridad de Mario Monti y sostener durante veinte años a Silvio Berlusconi.

En el único punto en el que Grillo dio muestras de cierto espíritu conciliador fue en su disposición a apoyar las leyes que se presenten en el Parlamento tras previo estudio una por una. Sobre todo si se trata de abolir la financiación pública a las fuerzas políticas y la introducción de ayudas a personas que se encuentran en situación desfavorecida. Esa estrategia es lo que se denomina en Italia el 'modelo siciliano' por ser la fórmula que emplea desde las elecciones del pasado noviembre el presidente de Sicilia y miembro del PD, Rosario Corcetta, con el M5S. Bersani, no obstante, se opone a consolidar alianzas puntuales y apuesta por una sólida coalición que le permita gozar de la necesaria mayoría en el Senado.

Las posibilidades de formar un Gobierno estable se tornan cada vez más complejas para Bersani por el insuficiente número de escaños logrado por Monti -que se perfilaba como su principal aliado- y sobre todo tras el portazo y las descalificaciones recibidas por el humorista antisistema. «Lo que Grillo tiene que decirme, incluidos los insultos, lo quiero escuchar en el Parlamento. Y allí, cada uno asumirá sus propias responsabilidades», respondió ayer.

Berlusconi, la alternativa

La otra alternativa, y la menos deseada por el propio PD, sería la firma de un acuerdo con el partido de Berlusconi, el Pueblo de la Libertad. 'Il Cavaliere', de hecho, se ha mostrado dispuesto a negociar con el centroizquierda y, según el diario Europa, el ex primer ministro ya prepara una carta al ganador de los comicios en la que apela a un entendimiento «responsable».

El resultado de los comicios, así como el intrincado proceso de negociaciones para hacer gobernable el país derivaron incluso ayer en un roce entre el presidente transalpino, Giorgio Napolitano, y el líder de la oposición socialdemócrata y candidato a la cancillería alemana, Peer Steinbruck. «Hasta un cierto grado me encuentro indignado por la victoria de dos payasos. Mi impresión es que han ganado dos populistas», dijo el rival de Angela Merkel en una clara alusión a los éxitos de Grillo y Berlusconi. Sus palabras provocaron que Napolitano -de visita oficial en el Estado germano- anulara la entrevista que ambos tenían prevista para hoy. Pese a la tormenta política, el jefe de Estado italiano se revela optimista y confía en que se logre una finalmente salida: «Hay a veces tiempos fríos pero esto también se podrá resolver».