El PSC vuelve a desairar a Rubalcaba con el apoyo a la consulta soberanista
Los socialistas catalanes romperán hoy por primera vez en 30 años la disciplina de voto del PSOE en el Congreso de los Diputados
BARCELONA. Actualizado: GuardarMáxima tensión en las relaciones entre el PSC y el PSOE. Una semana después de que Pere Navarro provocara un gran malestar en las filas socialistas por eclipsar con su petición de abdicación del Rey el discurso de Alfredo Pérez Rubalcaba en el Debate sobre el estado de la Nación, los socialistas catalanes romperán mañana la disciplina de voto del grupo socialista en el Congreso.
Si al final se consuma la amenaza, porque advertencias ha habido y muchas en el pasado, será la primera vez en más de treinta años de matrimonio entre los partidos hermanos que el PSC se desmarque de sus compañeros del PSOE. La decisión provocará una nueva crisis en el seno del socialismo y traerá consecuencias muy graves. El alcance es impredecible, porque a ambos partidos les unen intereses muy fuertes, sobre todo desde el punto de vista electoral, pero desde hace meses cada vez son más las voces dentro del socialismo español que piden una fractura con el PSC, de la misma manera que en el PSC los sectores más catalanistas claman por romper amarras con las siglas estatales.
La fricción viene de lejos y se produce por la reclamación del PSC de tener grupo propio y sobre todo por el discurso que mantienen los socialistas catalanes en el debate separatista, en el que son partidarios de que Cataluña celebre una consulta, eso sí, legal y acordada con el Gobierno central, planteamiento que ha sido rechazado de forma contundente por Rubalcaba y el PSOE. Este será, precisamente, el punto en el que hoy saltarán chispas en el Congreso cuando los 14 diputados del PSC aprieten el botón del sí para votar una resolución de CiU que insta al Gobierno a «iniciar el diálogo» con la Generalitat para la celebración de una consulta soberanista en Cataluña. El PSC, según anunció Navarro, votará a favor por «coherencia», ya que el texto es similar a la reivindicación que llevaba en su programa electoral y es diferente a la declaración independentista que aprobó el Parlament y a la que se opusieron los socialistas catalanes. Desde el PSOE, que negociaban a contrarreloj para tratar de evitar el desmarque, replicaron que la iniciativa «no ayuda para nada a Cataluña». Las direcciones de los dos partidos se mantuvieron todo el día de ayer en contacto para tratar de encontrar una fórmula que dé satisfacción a todos.
Perfil propio
En el PSC, formación independiente aunque asociada al PSOE, llevan semanas tensando la cuerda porque creen que ha llegado el momento de cristalizar una vieja aspiración de tener grupo propio en el Congreso. O por lo menos de contar con una mayor visibilidad en el Parlamento español, donde en estos momentos tienen 14 diputados de los 110 que posee el PSOE, y poder votar diferente los temas que sean de agenda política catalana, como es el de hoy. Ambos partidos llevan meses negociando un nuevo protocolo de relaciones, pero la rúbrica se ha pospuesto 'sine die'. El PSC, que atraviesa un momento muy delicado por el fuerte retroceso electoral, los casos de corrupción y de espionaje y por riesgos de escisión del ala más catalanista, que discuten el liderazgo a Navarro, considera que la voz y el voto propios en el Congreso son fundamentales para su futuro como formación. Así podría marcar perfil propio y no tener que estar escuchando siempre que está supeditado al PSOE.
Al margen de que la amenaza se consume finalmente, lo que está por ver también es cuántos de los catorce diputados seguirán la directriz de la dirección del PSC. Sobre todo es una incógnita saber qué hará su parlamentaria más destacada, Carme Chacón, que se ha mostrado muy crítica con el derecho a decidir.