Las raíces quiebran las aceras en varias barriadas portuenses. :: L. R.
EL PUERTO

Ecologistas pide informes sobre las últimas talas de arbolado

La organización critica la mala gestión municipal con la siembra de especies que destrozan el acerado porque no son las apropiadas para la ciudad

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Ecologistas en Acción volverá a solicitar información sobre las talas de arbolado que el Ayuntamiento ha efectuado en los últimos años. Según sus informaciones, la concejalía de Medio Ambiente autorizó en 2007 unas 2.600 talas, pero la administración local puso por delante que se habían plantado 6.400 ejemplares. En los dos últimos meses han sido sembradas 1.032 plantas.

Unos datos que para EA no justifican el que «se deba estar plantando y talando árboles cada ciertos años» como ha ocurrido en la barriada del Tomillar. Joaquín Paloma, portavoz de la organización, criticó que la tendencia no ha cambiado. Según el activista se continúan produciendo talas. La pasada semana en Guadebro -calle García Domínguez- y teme que en breve sea en Prado Alto. «Continuamos esperando que en algún momento los responsables técnicos y políticos adquieran más sensibilidad y estudien otras posibles soluciones antes de la más traumática y costosa».

Paloma criticó que desde Medio Ambiente justifican el problema con el supuesto daño a canalizaciones, edificios y viales. «Sin esforzarse en buscar otras alternativas existentes como pantallas de hormigón, tubos o mutilación de solo raíces concretas».

En este sentido, se refirió a los enclaves de El Puerto en los que los árboles son sometidos a un encorsetado alcorque desde su plantación y sobreviven levantando las calles y aceras con prejuicio para ellos mismos e incomodidad para los ciudadanos.

Por ejemplo, en la avenida de Andalucía, la plaza de los Geranios, las calles Sal, Jaén y Córdoba de Valdelagrana, las avenidas del Descubrimiento, de Rafael Alberti, de Valencia, etc. En esta coyuntura, desde EA señalaron que en 2012, la Diputación invirtió 500.000 euros en municipios de su competencia para «ayudar a la gestión de la flora urbana, asegurar su existencia y continuidad, y desarrollar actuaciones encaminadas a la mejora de la imagen urbana y a la calidad de vida de los ciudadanos».

Paloma recordó que teniendo en cuenta el coste que supone la siembra de árboles, en las plantaciones urbanas que dependen del erario público, lo más sensato y aconsejable es adoptar la solución más barata y rentable a la larga. «Esta es la gestión que Ecologistas en Acción siempre ha reivindicado, y que desde su fundación, la extinta empresa municipal de medio ambiente -Imucona- debería, a su juicio, haber realizado con criterios de correcta gestión del arbolado urbano en su conjunto».