«Antonio Vega era el mejor»
Este madrileño vuelve a la carga con un disco que mezcla el rock clásico norteamericano con los mejores compositores españoles Quique González edita su octavo disco, 'Delantera mítica', un álbum sobre la amistad
Actualizado: GuardarAl borde de los 40 años, Quique González es un artesano de canciones que ha alcanzado un considerable grado de maestría en su oficio. 'Delantera mítica' es un trabajo que versa sobre la amistad, cuidadosamente planeado por el madrileño y su mano derecha, César Pop, y construido en Nashville (EE UU) con un productor y unos músicos de nivel. El resultado bebe tanto del sonido clásico del rock norteamericano como de los mejores compositores españoles de las últimas décadas: «Yo cogí una guitarra por culpa de Antonio [Vega], Enrique [Urquijo]y Joaquín [Sabina]», explica González, con un café en una mano y un cigarrillo en la otra.
-Nombra a Antonio Vega, cuya huella es patente en temas como 'No hagas planes'.
-Estaba haciendo la canción y me encontré un día a su hermano Carlos, y le dije: «Tengo un verso en un tema que viene de tu hermano». Siempre he sido muy muy fan de Antonio. Antonio al 20% era mejor que todos.
-Algunos artistas y grupos jóvenes españoles citan a Quique González como referencia. ¿Ve su huella en la obra de otros?
-A veces me dicen que me parezco a gente y no lo veo ni por el forro. Pero qué duda cabe que me gustaría dejar huella. No lo pienso mucho. He tenido mucha suerte con el respeto de mis compañeros de profesión. Es un premio.
-En Nashville ha grabado con músicos que han tocado en discos de algunos de sus mitos. ¿Se sintió intimidado?
-No, qué va. Son muy majos, no te chulean. Al contrario, están agradecidos de que les llames para tocar. Tienen algo además muy instintivo: todos tocan para la canción, no para lucirse.
-¿Qué importancia ha tenido César Pop en el álbum?
-Fundamental. Yo le digo de coña que me ha salvado el disco. En algunos momentos no estaba muy seguro de lo que hacía, no acababa de redondearse. Y César me ayudó, tenemos mucha química. He encontrado un buen socio.
-El año pasado, señalaba en una entrevista que estaba pasando por algo parecido a un bloqueo creativo. ¿Cómo consiguió salir de él y volver a componer?
-Tampoco era bloqueo, no es que no me saliera nada, sino que lo que me salía no era lo que yo pensaba que tenía que ser. Llegué a plantearme pedir ayuda con las letras a amigos como Juan Ignacio Lapido [músico granadino, ex 091]o [el poeta] Luis García Montero. Les llamé un par de veces porque no lo tenía muy claro, aunque al final no me hizo falta su ayuda.
-Otro que ha ayudado en la composición y figura en los créditos de un par de canciones de 'Delantera mítica' es Leiva.
-Leiva tiene mucho ojo, y las dos canciones en las que metió mano lo necesitaban.
-Hace unos años anunciaron un grupo conjunto, usted y Leiva, llamado Autopista. ¿Qué pasó con aquello?
-Es un grupo de amigos, el problema es que cuando uno termina la gira, el otro la empieza. Pero estoy seguro de que acabaremos haciendo algo juntos. Yo lo primero que quise fue pertenecer a una banda, lo más divertido era tocar con tus amigos. Tuve una banda con 18-19 años, creo que éramos bastante malos, y cuando lo dejamos me vi tocando en sitios con mi acústica y mi armónica. Lo bueno es que no tengo que negociar con nadie, y lo malo es que no me puedo separar de mí mismo.
-Vive alejado de la escena musical, en un pueblecito de la Vega de Pas cántabra. ¿Cómo llegó allí? ¿Por lazos familiares?
-Llevo ocho años allí, igual estoy hasta demasiado aislado. Llegué allí de casualidad, no tengo conexiones familiares con el lugar. Es un ambiente muy rural, la Cantabria más profunda. A mí me encanta, me siento muy identificado. Se vive de una forma muy sencilla y auténtica. Creo que les he caído en gracia porque no pinto nada ahí.