ESPAÑA

Rajoy venció a Rubalcaba con rotundidad en el debate de la nación

Los ciudadanos confiesan nula confianza en el uno y en el otro y vieron un Gobierno débil y un jefe de la oposición que no es alternativa, según el CIS

MADRID. Actualizado: Guardar
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Mariano Rajoy venció con toda rotundidad en la confrontación política que mantuvo con Alfredo Pérez Rubalcaba, el miércoles pasado, durante el primer Debate sobre el estado de la Nación de la presente legislatura.

El presidente del Gobierno, según desveló ayer un estudio de urgencia del CIS, fue el ganador del pulso para el 34,6% de los ciudadanos, casi 27 puntos más que el líder del PSOE, a quien solo vio como vencedor el 7,7% de los encuestados. No obstante, ninguno de los dos despertó pasiones entre los ciudadanos hasta el punto de que el 39,1%, el porcentaje más alto de todos, considera que no hubo ganador.

El sondeo telefónico, realizado entre el jueves y el viernes a 1.600 mayores de edad de todo el país, otorgó a Rajoy su segunda victoria en un debate de la nación, la primera como presidente del Ejecutivo. El anterior triunfo fue en junio de 2011, ante un José Luis Rodríguez Zapatero fundido y a pocos días de convocar elecciones anticipadas. Los otros cinco pulsos que sostuvo con Zapatero, como jefe de la oposición, los contó por derrotas, una de ellas por 35 puntos de distancia.

La victoria de Rajoy en el pleno del miércoles fue clara no tanto porque apabullase sino por el evidente desplome del contrario a los ojos de los consultados. Lo demuestra el hecho de que los pocos votantes de izquierda que vieron un vencedor del debate -la mitad piensa que no lo hubo- se decantaron incluso en mayor número por el triunfo de Rajoy (14,5%) que por el de Rubalcaba (11%). Los electores de la derecha no tuvieron dudas en que el líder del PP superó de calle al del PSOE (más del 70%); mientras la franja ideológica que se define como de centro eleva la sensación de victoria de Rajoy hasta el 43%, frente al 6,4% que adjudica al contrario, pero, aún así, mantiene en el 34% las tablas.

Gustó más Rosa Díez

La conclusión es que los dos gustaron poco, o muy poco, pero Rubalcaba agradó aún menos. La pregunta que pide al ciudadano que valore las intervenciones es clara. El presidente del Gobierno le pareció que estuvo bien o muy bien al 30% y su oponente no pasó del 11,9%. Los que les vieron mal o muy mal, sin embargo, se elevan al 51,3% y al 61,7%, respectivamente. De hecho, la intervención mejor valorada fue la de la líder de UPyD, Rosa Díez, con un 32% de apoyo.

Pese a la mala nota general, los encuestados consideran que Rubalcaba demostró conocer mejor los problemas que tiene el país y transmitió una mayor sensibilidad para ayudar a superarlos, al tiempo que mostró mayor capacidad para conectar con los ciudadanos. En Rajoy, por su parte, detectaron moderación en sus planteamientos y cierta iniciativa política para afrontar los retos planteados.

No obstante, la imagen general que los ciudadanos tienen del trabajo de los dos grandes líderes nacionales es muy negativa, de absoluta desconfianza. Entre el 76% y el 82% de los preguntados consideran que el mensaje del presidente del Gobierno les transmitió poca o ninguna confianza en el futuro económico y político de España, el 83,7% -la izquierda y el centro al completo y la mitad de la derecha- no cree que vaya a cumplir sus promesas electorales y el 65,4% no ve fortaleza alguna en su Ejecutivo ni en sus decisiones.

Las sensaciones provocadas por Rubalcaba no son mejores. Prueba de ello es que hasta el 85%, incluida la gran mayoría de electores de izquierda, no le ve como una alternativa fiable para relevar a Rajoy en el Ejecutivo. Infunde poca o ninguna confianza al 89%, el 83,3% cree que no hace oposición constructiva y un porcentaje cercano al 90% no observa que haga propuestas.

El gran debate parlamentario anual fue seguido en directo, fundamentalmente por televisión, por el 53,8% de los encuestados. El resto, en su mayoría, dijo no haber prestado atención bien porque no les interesaba o porque tenían otras prioridades en ese momento. De hecho, el 66% cree que no es interesante para los ciudadanos y el 84% que es poco útil e incluso aburrido.

Los ciudadanos vieron una confrontación política polarizada por la crisis y la corrupción, en la que el 72% cree que se abusó de reproches y acusaciones que preocupan poco o nada a la mayoría de la población. En la parte positiva, lo percibieron menos conflictivo y con alguna propuesta más que en 2011.