La presión social acaba con el Ejecutivo búlgaro
El Gabinete de Borisov dimite en bloque por el descontento provocado tras la subida de la luz y la política de austeridad
VARSOVIA. Actualizado: GuardarLas protestas sociales contra el aumento de la tarifa eléctrica y la política de austeridad que sacude Bulgaria desde hace diez días han acabado con el Gobierno de centroderecha de Boiko Borisov. Unas 100.000 personas han tomado la calle en 35 ciudades del pequeño Estado balcánico, que ingresó en la Unión Europea (UE) en 2007. Las protestas fueron especialmente virulentas el martes en Sofía, donde una marcha en la que participaban unas 3.000 personas acabó con 25 manifestantes detenidos y diez heridos, entre ellos dos policías. Además, ocho automóviles policiales sufrieron daños materiales y algunos exaltados destrozaron material urbano y rompieron escaparates y ventanas. En su mayoría eran jóvenes que cortaron el tráfico y se enfrentaron a los antidisturbios.
Bulgaria celebraba el martes el 140 aniversario de la ejecución de uno de sus héroes nacionales, Vasil Lévski, que luchó contra la dominación turca en el país balcánico. A pesar de que la Policía acordonó la zona donde se levanta el monumento en honor a Lévski para evitar el boicot a la ceremonia oficial, muchos manifestantes consiguieron acercarse a las autoridades para abuchearlas entre gritos contra la «mafia». La primera víctima política de las medidas de austeridad y del aumento de los precios en los servicios públicos esenciales fue el pasado lunes el viceprimer ministro y titular de Finanzas, Simeon Dyankov.
El Ejecutivo del partido Ciudadanos para el Desarrollo Europeo de Bulgaria (GERB) maniobró sin éxito para calmar el descontento popular y Borisov prometió que bajaría el precio de la electricidad un 8% a partir del próximo 1 de marzo. Las multas a las empresas distribuidoras de energía eléctrica tampoco sirvieron para frenar las protestas callejeras. Todo lo contrario.
La indignación popular es cada vez mayor, incluso entre muchos votantes del propio GERB. Muy a su pesar, Borisov, que en tiempos del 'socialismo real' fue policía, desempeñó importantes funciones en el Ministerio del Interior y fue guardaespaldas del último dictador comunista, Todor Zhivkov, anunció en la Asamblea Nacional (Parlamento) la dimisión en bloque de su Gobierno ante las masivas protestas por el precio de la luz.
Pensiones de 100 euros
«No participaré en un Gobierno bajo el cual la Policía está pegando a la gente. Tenemos dignidad y honor. El pueblo nos dio el poder, hoy se lo devolvemos», dijo Borisov, que domina bien los recursos dialécticos del populismo. A partir de ahora, la Asamblea Nacional tiene que validar la dimisión del actual Gabinete, que ha gobernado en minoría desde que el GERB ganó las legislativas en julio de 2009. En aquella circunstancia, la formación de centroderecha consiguió 116 de los 240 escaños. La dimisión del Gobierno búlgaro se produce en un año electoral, con las legislativas previstas para julio. Si el Parlamento acepta la dimisión anunciada por el jefe del Gobierno, es probable que si el GERB no consigue formar un nuevo Ejecutivo se adelanten los comicios generales. El presidente del país, Rosen Plevneliev, reconoció públicamente que las protestas «se iniciaron contra los altos precios de la electricidad, pero las raíces del descontento son aún más profundas».